Políticas

14/11/1996|519

La libertad de los compañeros de Neuquén

Para justificada sorpresa de los observadores más atentos, la Cá­mara encargada del juicio oral y público a los compañeros Panarió, Christiansen y Estrada, y el pro­pio fiscal, aceptaron el pedido de libertad condicional formulado por el abogado defensor hasta la finalización del proceso. Dado que la acusación de “coacción agra­vada” no admite condenas de cumplimiento condicional sino efectivo, la resolución judicial es­taría indicando que los jueces y el fiscal ya tienen decidido cambiar esa acusación en el transcurso del juicio, lo ‘que los habilitaría para dictar una condena de cumpli­miento no’ efectivo. En este caso, habrían cumplido con el interés político de castigar a los compañe­ros, advertirlos contra una reinci­dencia y dejar establecida una lí­nea represiva contra las moviliza­ciones populares, sin simultánea­mente mantenerlos presos. De to­dos modos, la posibilidad de que se mantenga la carátula y de que los compañeros sean efectivamente condenados, no está formalmente excluida.


Todo esto delata una refinada perfidia, pues la acusación rene­garía de sus -cargos sin por eso apartarse de la decisión de una condena. Para los trabajadores se trataría de una decisión que aten­ta contra sus derechos. Por eso es necesario redoblar la moviliza­ción popular que permitió la liber­tad condicional provisoria de los compañeros, para impedir que el Estado se salga con las suyas y los condene por un delito que no co­metieron, y menos que lo hubie­ran contra los trabajadores, que es lo que importa.


… aun a pesar de la tensión actual” (Le Monde, 23/3).


“La crisis, en realidad, terminó hace más de dos semanas”, delata espectacularmenteThe New York Times (25/3). A principios de marzo, nos venimos a enterar ahora, hubo una reunión de ‘alto nivel’ y en la cual los funcionarios norteamericanos se comprometieron a “usar su influencia sobre Taiwán para restringir cualquier nuevo movimiento hacia la independencia” y los chinos se comprometieron a no usar la fuerza militar contra la isla. Aunque no se han dado a publicidad los términos de estas negociaciones, la prensa informa que “ambos países comprenden que un acuerdo de largo plazo es necesario para estabilizar las relaciones entre China y Taiwán” (ídem).