En las últimas horas se conoció que el kirchnerismo cordobés ha decidido presentar lista a gobernador para las elecciones del próximo 12 de mayo. La fórmula estaría encabezada por el diputado nacional Pablo Carro, que lideró la lista en las últimas elecciones nacionales, obteniendo cerca del 10% de los votos.

Por descarte

La definición del kirchnerismo se realiza por descarte. La verdadera táctica de Cristina Fernández era establecer una participación testimonial en el PJ provincial, garantizando la reelección del gobernador Juan Schiaretti, con el objetivo de abrir las puertas a una discusión de cara a las elecciones presidenciales. El mismo Carro se expresó en ese sentido: “No fuimos nosotros los que evitamos el diálogo. Para que haya un acuerdo debe haber una predisposición de dos partes. Acá no las hubo. El Frente Unidad Ciudadana es un espacio que tiene un claro objetivo: ganarle a Macri en octubre (…) Lo que nosotros decimos es que el PJ debe unirse para derrotar a Cambiemos. Eso no significa que exijamos que Cristina sea la candidata” (La Voz, 26/2).

El descarte lo impulsó el propio Schiaretti, quien no solo se negó al ingreso de los K locales, sino que además es uno de los principales impulsores de la presentación del PJ Federal, sin Cristina. Ello no le impidió al gobernador sumar a la gran mayoría de los kirchneristas al PJ provincial: desde Eduardo Accastello, ultimo candidato a gobernador K, hasta el intendente de Villa María, Martín Gill, pasando por distintos sindicalistas y sectores universitarios. Ese desangre se completaría con el pasaje del presidente del bloque legislativo, Martín Fresneda, que manifestó que sigue “trabajando por la unidad” -es decir, por Schiaretti.

Pero Carro no se privó de tirar los últimos cartuchos “unionistas”. Mientras lanzaba su candidatura, también afirmó: “Yo jamás voy a decir que Schiaretti es igual a Macri. No. El gobernador está haciendo una muy buena gestión, aunque a mí, en lo personal, me hubiera gustado que tuviera una postura más firme con el Gobierno nacional respecto de las medidas de ajuste que implementó”.

El más macrista de los gobernadores

El planteo es una capitulación hacia Schiaretti, pero también hacia Macri y el FMI. Para proceder de esa forma al kirchnerismo no le queda más que la estafa política. Schiaretti ha sido el más macrista de los gobernadores, apoyando desde el acuerdo con los buitres hasta el pacto con el FMI y las más de 100 leyes de ajuste en el Congreso. El fraude se hace más ácido si analizamos la situación provincial: Córdoba se encuentra entre las provincias con mayores índices de desocupación, pobreza e indigencia, especialmente entre los niños.

El lado más oscuro de ese fraude se refiere principalmente al papel del gobierno en las luchas obreras y populares. Schiaretti ha incrementado su ataque a los trabajadores de Luz y Fuerza, con la intención de privatizar la EPEC (empresa provincial de energía). A docentes y estatales les birló el 10% de aumento el año pasado y ahora quiere repetir la historia. Durante 2018, la policía de Schiaretti reprimió brutalmente la ocupación de Juárez Celman y luego asesinó al compañero Marcos Soria, militante de la Ctep. El gobierno hace años bloquea la aplicación del aborto no punible en la provincia.

Cómo derrotar el ajuste

El papel político del kirchnerismo es replicado hacia el interior de las organizaciones populares. Se ve en la gremial docente UEPC, donde la burocracia K quiere imponer los aumentos del gobierno; en el movimiento de mujeres, donde pretende que no se luche por el aborto legal; o ante el crimen de Soria, frente al cual nunca realizó ni una protesta. Su función política principal no es enfrentar a los Macri o a los Schiaretti, sino impedir que la masa de trabajadoras y trabajadores, y especialmente los luchadores, giren a una verdadera alternativa propia, que pasa por la unidad entre la clase obrera y la izquierda.

Llamamos a los militantes de base y al electorado kirchnerista a sacar las conclusiones y a sumar fuerzas junto al Frente de Izquierda, los únicos que batallamos todos los días contra las políticas de ajuste y represión de Macri y Schiaretti.