Más de veinte activistas barriales y del Polo Obrero denunciaron, en una charla abierta, la desesperante situación de las barriadas obreras en Arrecifes. El Municipio, gobernado por el radical Angelini, recibe el 80% de su presupuesto de la Provincia. Los vecinos se han movilizado a partir de las constantes inundaciones en los barrios. Angelini trató de calmar la situación con zanjeos que, si bien permiten que circule el agua, se transforman en trampas mortales; ya cayeron un camión y varios remises.

 

El Partido Obrero propone la organización barrial y un programa de obras públicas bajo control de trabajadores y vecinos: el entubamiento de los desagües y puentes, una red de agua potable y cloacas, y el nombramiento de profesionales y abastecimiento de insumos al Hospital.

 

Angelini y el Concejo Deliberante, integrado mayoritariamente por el FPV, el Paufe y el PJ, expresan las variantes de la patria contratista. Pero todos coinciden en subsidiar el polo industrial y proyectos inmobiliarios sobre la costa del río, estilo Puerto Madero. Todos desconocen las necesidades más imperiosas de la población; los docentes y alumnos de la escuela agropecuaria no tienen transporte estatal.

 

Otra cuestión que indigna a los vecinos es que se postergó la adjudicación de las 350 viviendas del Plan Federal. Son insuficientes y fueron construidas con materiales deficientes. Proponemos adjudicarlas a familias sin vivienda.

 

El tercer eje de campaña es terminar con el trabajo en negro, tercerizado y precario. En Arrecifes hay innumerables talleres de confección que funcionan con trabajo esclavo, hay muy pocos en blanco y la mayoría trabaja a destajo. Buena parte de la producción es domiciliaria, incluye a los menores y la familia corre inclusive con los gastos de luz. Los confeccionistas pagan 0,35 peso por prenda. El trabajo en negro también domina la producción rural. Durante la cosecha, el trabajador es contratado por 30 pesos por día y la jornada es de sol a sol. La principal agencia de empleo es Uatre, cuya burocracia digita a quién se emplea y cobra una cuota a cada trabajador conchabado. Las tareas en geriátricos y dependencias municipales están a cargo de trabajadores de los planes sociales, que cobran los miserables 150 pesos. La lucha de los municipales del año pasado permitió conquistar un pequeño aumento (rápidamente comido por la inflación) y fue la excusa para que los concejales se aumentaran en forma insultante sus dietas.

 

El Partido Obrero convoca a los trabajadores de Arrecifes a luchar por sus reivindicaciones y por una alternativa obrera y socialista.