Políticas

6/9/2018

“La mal llamada Ley de Reparación histórica ha sido un saqueo a los jubilados y al Fondo de Garantía”

Entrevista a Mario Diamonte, de Jubilados Clasistas.

“Con el 6.68% de este mes de septiembre, el aumento acumulado para los jubilados llegará a poco más del 19% en los primeros siete meses del año, es decir por debajo de la inflación que, a julio último, ya había llegado al 19,6 por ciento”, dijo Mario Diamonte, de Jubilados Clasistas, en una entrevista radial realizada esta semana en FM La Boca.


Pero, añadió, “sabemos que el costo de los productos de la canasta básica de los jubilados y, sobre todo, los medicamentos, se ha incrementado más que el promedio de la inflación, frente a lo cual el jubilado tiene que elegir entre comer o comprar medicamentos”.


“El haber mínimo a septiembre va a ser de $8.637 con un aumento para esa franja mayoritaria de jubilados de $541”, dijo Diamonte y acotó que “esto no solo no mueve el amperímetro sino que refleja el cuadro de miseria que golpea a una inmensa mayoría de los jubilados”.


Otro objetivo del gobierno es liquidar el Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS). ¿Qué consecuencias traerá para los jubilados?


En el año 2008 partir de la nacionalización de las AFJP los fondos acumulados en las AFJP pasan a constituir el FGS. El último informe de la conducción del Fondo a la Comisión bicameral de seguimiento es de abril de este año. A ese momento, se calculaba que los activos del FGS equivalían a un billón doscientos sesenta mil millones de pesos que, traducidos a dólares, eran aproximadamente sesenta y dos mil millones de dólares.


Una cifra muy importante.


Si, muy importante, pero, según varios analistas, desde entonces el FGS tuvo una pérdida patrimonial de aproximadamente dieciocho mil millones de dólares. Esto sucedió por la brutal devaluación del peso, que se da precisamente con posterioridad a la aparición del último acta. Desde abril no se informó más y es en este período es justamente cuando se produce este terremoto financiero que estamos pagando los trabajadores y, particularmente, los jubilados. Esto es porque el 56.6% de los fondos del FGS está colocado en títulos públicos nacionales que están nominados en pesos. La devaluación ha sido brutal y, por lo tanto, parte de la deuda del Estado con los jubilados quedó licuada. Si quisiera preservar el FGS, el Estado tendría que mantener actualizados los montos de la deuda que ha contraído con los jubilados que es una deuda impuesta, ya que no hubo ningún consenso al respecto por parte de los jubilados.


Ni se deben haber enterado.


Figura en las actas de la conducción del FGS pero no son publicadas en los medios masivos de comunicación. Y así, obviamente, la mayoría de la población y de los jubilados, ni se entera. Casi el 56% del FGS está constituido por títulos nacionales. También hay títulos de empresas privadas y estatales, pero lo central son los títulos nacionales. El 19.4% está constituido por acciones de empresas privadas, bancos y energéticas. En este período también se produjo un derrape total de las acciones que, sumada a la licuación de la deuda del Estado, es lo que, a los analistas que investigan el funcionamiento del FGS, los lleva a estimar una pérdida de prácticamente 18.000 millones de dólares. Además, en la ley de “Reparación Histórica”, se establece que el Anses le tiene que hacer un préstamo a las provincias que, a marzo de 2018, totalizaba 63.000 millones de pesos. Ese préstamo ha quedado licuado. Esa ley, mal llamada de “Reparación Histórica”, votada por el oficialismo y todo el arco opositor, con la excepción de la bancada del PO y el FIT, en realidad ha sido un saqueo a los jubilados y al FGS. Ahora no faltan opositores que se rasgan las vestiduras denunciando que estafan a los jubilados, cuando ellos firmaron la sanción de esa ley. La diputada que hacía el “Rinconcito de los jubilados”, Mirta Tundi, justificaba este acuerdo diciendo que, finalmente, algo se otorgaba a los jubilados. Recordemos que la 27.260 fue sancionada fundamentalmente para terminar con la litigiosidad previsional.


Algo que tampoco logró.


Lejos de lograrlo, la litigiosidad está creciendo, no solo por aquellos juicios que en su momento se hicieron por la mala liquidación de los haberes, que la propia ley reconoce, porque se le otorga a una buena cantidad de jubilados que no hicieron juicio una compensación de sus haberes, reconociendo que el Estado los había estafado en el cálculo del haber. Muchos de estos jubilados, que no hicieron la homologación del haber, ahora están haciendo juicio.


También se están haciendo juicios por la mala liquidación del ajuste de marzo.


Si, por el ajuste del 9% menor a lo que correspondía. Todo el tema judicial se ha transformado en un problema muy grave para el gobierno. Lo que hace Anses es patear la pelota para adelante, postergar el pago de los juicios, apelar constantemente a la Corte Suprema. Macri y Vidal anunciaron hace unos días un incremento de préstamos para los jubilados con dinero del Anses. Hay quienes critican, con razón, que el préstamo a los jubilados lo hacen con el dinero de los jubilados. Estaría bueno que el gobierno hiciera el préstamo con dinero de rentas generales. Pero no, lo hace con el dinero de los propios jubilados con quienes tiene contraída una deuda que no cumple porque no paga los juicios con sentencia firme. Esta es una rueda loca. También hubo negociados con el FGS que han producido escándalos por la utilización de los fondos. Por ejemplo, el escándalo con el reinado de Qatar, que hizo saltar por el aire a Blaquier que en ese momento era el director del FGS. Las obligaciones negociables fueron compradas a Clarín, Cablevisión, Arcor, y son inversiones cuestionadas por los organismos que integran este tipo de cuestiones. El que denunciaba todo esto era el fiscal De Vedia, que dirigía la Unidad fiscal que funcionaba en Anses, que después el gobierno, para liquidar su funcionamiento, la desfinanció y finalmente De Vedia terminó yéndose. El Fondo de Garantía y Sustentabilidad se creó como resguardo para garantizar el pago de las jubilaciones y pensiones en casos de contingencias. Y para “atenuar el impacto negativo que sobre el régimen de seguridad social pudiera tener la evolución de variables económicas y sociales”. Nada de esto se ha cumplido. El FGS funciona como una AFJP que hace inversiones en emprendimientos productivos, acciones, fondos de inversión, préstamos a las provincias, a planes de vivienda de las provincias, pero a los jubilados no destina nada. Quiere decir que un billón doscientos sesenta mil millones de pesos, 62.000 millones de dólares en su momento, un fondo inmenso, es una caja negra del Estado. Es importante hacer esta consideración porque estamos hablando de valores contables, al bolsillo de los jubilados no llega nada de esto. Y no solo con este gobierno, el anterior, que nacionalizó las AFJP, fue el mismo que, durante la presidencia de Cristina Kirchner, impidió la sanción del 82% móvil del salario mínimo. En definitiva el FGS ha funcionado en estos 10 años, no como una garantía de que los jubilados recibamos una compensación en situaciones de emergencias, sino como una caja negra para el Estado. Fundamentalmente para colocar deuda adquirida por el Estado a los jubilados mediante un “paga Dios”, porque los títulos públicos no se ejecutan nunca. Por ejemplo, el FGS tiene Lebacs y en la corrida que hubo no participó Anses. Por el contrario, le enchufaron más Lebacs. Esta es una denuncia importante, porque los fondos para que se otorgue el aumento que estamos reclamando los Jubilados Clasistas y muchas otras organizaciones, de un haber mínimo equivalente al costo de la canasta básica de un jubilado, que hoy está en 21.000 pesos aproximadamente, existen pero se utilizan para cualquier otra cosa.