El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que organiza la movilización del 24 de marzo, ya ha fijado la consigna de “hoy como ayer, basta de impunidad, hambre, entrega y represión”. Las reivindicaciones que acompañan el planteo son: no pago de la deuda externa y no al acuerdo con el FMI; libertad de los presos políticos, desprocesamiento y/o amnistía de los luchadores populares; juicio y castigo para los responsables de los asesinatos del Puente Pueyrredón y del 19 y 20 de diciembre, cárcel para los responsables políticos y materiales de la masacre de Cromañón; anulación del indulto; cárcel para todos los genocidas; restitución de la identidad a los 500 jóvenes apropiados en la dictadura.

 

El planteo, de conjunto, expresa una clara denuncia del gobierno de Kirchner, como gobierno de los explotadores capitalistas y de la burocracia civil, militar y represiva del Estado. Los llamados “organismos históricos” de derechos humanos han resuelto, por su lado, romper cualquier posibilidad de una movilización común, para poner en primer plano la defensa política del tándem Kirchner-Ibarra.

 

Estos ‘organismos’ miran para otro lado frente a la denuncia del juez Garzón, de que el gobierno argentino aprobó en el Congreso la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida para impedir que se lleven a cabo las extradiciones solicitadas por la justicia de varios países europeos. Al día de hoy esos imputados siguen en libertad y la Corte Suprema kirchnerista se niega a declarar la constitucionalidad de la ley de anulación.

 

La convocatoria de estos organismos omite toda denuncia al ibarrismo, responsable de la masacre de Cromañon y de haber abierto la puerta del gobierno de la Ciudad a Juanjo Alvarez, responsable de los asesinatos del Puente Pueyrredón.

 

Es necesaria una fuerte campaña para asegurar el éxito de la movilización del 24 de marzo y para convertirla en otra demostración popular contra el gobierno de los Kirchner-Duhalde e Ibarra.