Políticas

16/10/2014|1336

La muerte de la Vaca


Desde inicios de mes, la caída superior al 20 por ciento de las acciones de YPF en Wall Street refleja que los inversores no creen que “Vaca muerta” reviva a la petrolera “semiestatal”.


Una de las razones es la brusca caída del precio del petróleo en los mercados mundiales, que se precipitó en semanas recientes.


 


Materias primas


“Entre 2000 y 2011, los índices generales de precios de los productos básicos se triplicaron, superando fácilmente el crecimiento global”, comenta The Economist (4/10). Pero desde las cimas, alcanzadas en 2011 y 2012, los precios de los alimentos comenzaron una declinación que ahora se ha acentuado.


 


El desplome de la soja acumula más del 40 por ciento, el cobre baja el 35 por ciento y el petróleo promedia una reducción del 30 por ciento.


 


Las previsiones de menor crecimiento de la economía global se reflejan, en el caso de la soja, con una gran producción en Estados Unidos y una menor demanda de China. La baja del cobre obedece al menor consumo en la construcción de obras de infraestructura, a las menores inversiones y a la saturación de viviendas (en China, Estados Unidos, etc.).


 


La brusca caída del petróleo en lo que corre de octubre profundiza una tendencia que obedece a una menor demanda global, especialmente en Europa y China, pero también con una oferta de productores que regresaron al mercado (Irán, Libia) y a que Arabia Saudita, el principal productor, no reduce como en otros tiempos la oferta cuando los precios declinan.


 


El precio de la energía de oferta


“Tres factores importantes eran claramente visibles hace un año y estos movimientos estaban obligados a bajar los precios debido a la mayor oferta de petróleo. El fin del embargo de Estados Unidos contra Irán presagiaba automáticamente un exceso en el suministro (….) La extrema necesidad de Irán por dinero en efectivo significa inevitablemente bombear tanto petróleo como sea físicamente posible. 


 


“Libia está de vuelta en los negocios. Al igual que Irán, Libia está desesperada por dinero en efectivo y se venderá tanto petróleo como pueda.


 


La fractura hidráulica (fracking) en Estados Unidos ha alterado fundamentalmente el mercado del petróleo. Los Estados Unidos siguen siendo el mayor consumidor mundial de petróleo. En 2005, Estados Unidos importaron el 60 por ciento (…) Para el año 2014, Estados Unidos sólo necesitará importar el 3 por ciento de su consumo de petróleo. Como el fracking aumenta la producción nacional, Estados Unidos pasará de ser un importador neto a exportador neto de petróleo y va a cambiar las alianzas políticas en el mundo para siempre” (Oilpricenet, 10/6).


Irak “venderá crudo liviano a Asia con el mayor descuento desde 2009” (Bloomberg, 13/10).


 


La disputa pública entre los príncipes saudíes sobre la reducción de precios que está implementando Arabia Saudita para mantener su porción de mercado y “defenderse del aumento de la producción en Estados Unidos y amenazas de riesgo para sus economías dependientes de los hidrocarburos” (Financial Times, 15/10) revela la temperatura que alcanza la guerra comercial que ya ha comenzado. Esto tendrá implicancias en la “alianza” liderada por Estados Unidos para combatir al Estado Islámico, la que hace agua por todos lados.


 


La reducción de las proyecciones en la demanda de energía de la agencia de Estados Unidos (IEA) ) “ha repercutido en toda la industria petrolera, golpeando las acciones de los productores de petróleo de esquisto en Estados Unidos y nerviosismo que provocan en los países que dependen en gran medida de los ingresos del petróleo, como Rusia” (Financial Times, 15/10).


 


 


YPF


Las caídas adicionales en los precios del petróleo “podrían poner en peligro la inversión en aguas profundas, el Artico y las reservas de pizarra (Vaca Muerta) que requieren un alto precio del petróleo para pagar los gastos, según analistas” (Financial Times, 15/10).


Reflejando esa “percepción”, en lo que va de octubre las acciones de YPF caen más del 20 por ciento. YPF estaría “acorralada” por sus escasas perspectivas de inversiones para explotar los yacimientos de Vaca Muerta. Ese fue el pronóstico del medio oficialista Tiempo Argentino cuando días atrás escribieron que YPF estaba “acorralada”. 


 


“Existen muchas maneras de especular, pero la maniobra buitre se caracteriza por aprovecharse de los países y las empresas cuando están acorralados” (Tiempo Argentino, 5 /10).


 


Esto describe las apuestas contra YPF, por parte deAurelius Capital Management, el fondo buitre de Mark Brodsky, “quien compró un tipo de derivado especial llamado PUT por 9 millones de dólares de la petrolera argentina YPF, que implica mayores ganancias cuanto más cae el valor de la acción.” También el Citigroup, un ‘amigo’, compró el mismo tipo de derivado por 6,3 millones de dólares.


Con la reciente caída de precios de YPF cotiza debajo de 30 dólares y debe estar dejando fortunas a los apostadores negativos. 


El ‘acorralamiento’ de YPF es la resultante de cotizar en Wall Street y someterse a contratos secretos de Chevron y a las concesiones petroleras. Así alimentan a los buitres, Repsol, Esquenazi, Soros, Aurelius, Singer, Citigroup y compañía. 


 


Sólo la nacionalización total de toda la industria petrolera dará una salida al abastecimiento de energía para industrializar el país, no cotizando en las bolsas para que los “inversores” se queden con la renta petrolera y endeuden la nación. El capital financiero es buitre por naturaleza.