El viernes 8 se reunió en la sede central del CTA, convoca­da por la Mesa de Enlace del MTA-CTA-62 organizaciones- CCC-FUA, “una reunión de la Multisectorial” a fin de “integrarse a un accionar común” contra “cualquier proyecto de ley que profun­dice la flexibilización labo­ral” (de la convocatoria, 23/4).

Lo primero que llamó la atención es que esta reunión Multisectorial no contaba con la presencia protagónica del Chacho Alvarez, la Fernán­dez Meijide, Alfonsín, De la Rúa o Terragno, es decir, de los capitostes de la Alianza que habían monopolizado an­teriores reuniones (‘apagón’, etc.). Es que ahora se iba a discutir el rechazo a la ley antiobrera.

Pero la propuesta de la Mesa de Enlace sindical fue que la movilización progra­mada para el miércoles 13 frente al Congreso tuviera como objetivo reclamar que los diputados no dieran quórum al tratamiento de la ley de reforma laboral. Se con­vocaría a un paro nacional “el día que se intente aprobar cualquier proyecto flexi­bilizador”.

La diputada Mary Sán­chez (acompañada por Bravo y otros diputados de la Alian­za), aunque recordó que la propuesta de no dar quórum estaba cuestionada porque la Alianza no tenía mayoría en las cámaras parlamentarias, »llamó a que se ‘presionara’ a Kirchner (que acaba de enfrentar la huelga de los mine­ros de Río Turbio, que ha im­puesto un presentismo anti­sindical superior al que De la Rúa quiere imponer ahora a los docentes porteños) y a los diputados duhaldistas. De Gennaro, secretario general de la CTA, al cerrar el plenario defendió a los diputados que, según él, se colocan al lado de los trabajadores. Anunció que hablarían en el acto que se desarrollaría el 13 representan­tes de las Apyme y reiteró que el paro general se daría cuando el Congreso fuera a votar la ley.

Romper con la Alianza y el PJ

La Multisectorial no ha dado (ni dará) una respuesta contra la ley antiobrera de Me­nem y la CGT porque descansa en el apoyo de la oposición patronal. Los políticos de la Alianza apoyan la reforma la­boral. La Mesa de Enlace se ha atado a un plomo antiobrero. Las direcciones burocráticas de estas centrales ‘alternati­va»’ son conscientes de esto y han decidido capitular a cam­bio de apoyar un proceso políti­co que lleve a la Alianza al poder. Las medidas de lucha anunciadas (movilización del 13, paro para el día que se vote la ley) son el taparrabos de una política capituladora para en­tregar al movimiento obrero atado de pies y manos.

El PO en una declaración editada el mismo día “llama a los sindicatos, comisiones internas, delegados y acti­vistas a movilizarnos siste­máticamente y sacar reso­luciones que planteen la ruptura de la CTA y el MTA con los partidos patronales y la necesidad de un plan de lucha y paro general”.