La ocupación de Mahle

Segunda semana

La ocupación de los trabajadores de la planta ya se ha transformado en un hecho  de trascendencia nacional. En una provincia donde la conflictividad obrera tiene expresión en la mayoría de sus cordones industriales, el conflicto de Malhe aparece como un símbolo del reclamo de que la crisis la paguen los capitalistas,  y de que  los trabajadores han entrado en una nueva etapa de su resistencia a la bancarrota capitalista. En la propia puerta de la fábrica, desde el primer día hay un gran cartel que dice: “Que la crisis la paguen los patrones”.

Los 4000 trabajadores que estuvieron en el acto del 1º de Mayo en la puerta de Malhe ocupada son otra muestra de la enorme solidaridad que ha despertado el conflicto en todo Rosario. El domingo 3, ante 35.000 personas, en un partido televisado a todo el país entre Ñuls y River, el equipo local posó para los fotógrafos con una bandera de apoyo a los trabajadores de Malhe.

La ocupación de la planta se mantiene firme. Es la única respuesta concreta y tajante ante el cierre. Después del doloroso proceso de Paraná Metal y de General Motors, los “mecanismos de contención” del gobierno K y de Binner y los “recursos preventivos de crisis” han quedado desautorizados como soluciones para los trabajadores. Estos mecanismos fueron usados por las patronales para desorganizar y desmovilizar a los obreros y para imponer despidos de contratados, cooperativas sin capital o tercerizadas, retiros “voluntarios” o jubilaciones anticipadas. Como lo refleja el ultimo volante de la Comisión Interna: “Todos tenemos que exigir al gobierno nacional y provincial tomen medidas urgentes y serias para asegurar las fuentes de trabajo, para que no sean beneficiadas las empresas y los vaciadores con ayudas y subsidios ,mientras los trabajadores y el pueblo pagamos

“Se buscan patrones”

Para el gobierno nacional la ocupación de Malhe es un gran problema de “gobernabilidad”. La intervención directa del gobierno de Binner y del propio Tomada está centrada en tratar de levantar la ocupación y conseguir un “nuevo patrón”.

Las garantías que reclaman los posibles inversores son las mismas que la de todos los patrones que quieren quedarse con las empresas quebradas: un fuerte subsidio del gobierno, convenios a la baja, reducción de personal y suspensiones rotativas. En el caso de Mahle reclaman “algo más”.

La quiebra de Malhe tiene que ver con la importación de aros de pistón, fundamentalmente de China, que arroja al mercado mundial una producción monstruosa a precios de menos del 50%. Los posibles inversores reclaman la prohibición de la importación en ese rubro. Pero el reclamo es incompatible con una industria que vive de la exportación y un gobierno que acaba de firmar un acuerdo de crédito con China en yuanes.

Paro nacional

La política de la dirección nacional de la UOM no ha dado un paso serio por el triunfo de esa lucha. Los trabajadores miran con desconfianza a la burocracia de la UOM. “Todos tenemos que exigir que las tratativas y las negociaciones sean hechas a la vista de todos los compañeros y que las decisiones sean tomadas en asambleas. Todos necesitamos un plan de lucha y un paro nacional metalúrgico” (volante de la Comisión Interna).

Es necesario apoyar a fondo el reclamo de un paro nacional de la UOM por Malhe. Exigirlo en todas las seccionales donde hay una brutal ofensiva de despidos y suspensiones en todo el gremio. La dirección de la UOM opero para que el acto de Malhe no fuera una tribuna para decenas de internas metalúrgicas. Impidió que el acto tuviera oradores que denunciasen su parálisis. En la propia Rafaela los metalúrgicos se quedaron “esperando” los micros del gremio que nunca llegaron para ir a Malhe. La dirección de la UOM de Villa Constitución tiene la obligación de fijar el reclamo de los trabajadores de Malhe.

Más que nunca

Si la patronal la cierra, que el Estado se haga cargo de la planta y la ponga bajo control de los trabajadores. Ningún despido ni suspensión. Que se garantice el 100% de los salarios.Reclamamos un urgente paro activo de la UOM regional y un plan de lucha en defensa de los 500 puestos de trabajo.

Toda la solidaridad con la ocupación.

Juan Ferro