Una nutrida representación sindical de La Plata, Berisso y Ensenada votó difundir un llamamiento para afrontar la crisis sanitaria, económica y social con la puesta en pie de comités obreros de seguridad e higiene y a enfrentar la ofensiva patronal contra los puestos de trabajo, el salario y los convenios laborales. El documento es el fruto de un largo debate en la reunión de coordinación convocada por Suteba Ensenada.

El llamamiento reivindica “las acciones obreras independientes para asegurar las medidas sanitarias, laborales y sociales en defensa de la vida y la salud” y convoca a luchar por protocolos laborales redactados por los trabajadores y bajo su control. Rechaza las presiones capitalistas y los gobiernos por “relajar y levantar la cuarentena” cuando la situación sanitaria sigue empeorando.

A eso se suma el reclamo de prohibición de despidos y suspensiones por ley, con garantía de estabilidad laboral, y de un seguro al desocupado de 30.000 pesos. También se declara el apoyo a todas las luchas obreras por la reincorporación de despedidos, la reapertura de las fuentes de trabajo (como el frigorífico Penta) y la estatización de toda empresa que cierre, garantizando su continuidad bajo control de los trabajadores. Claramente, se denuncia el decreto del gobierno como una tapadera de los miles de despidos y suspensiones que pactan las patronales con las burocracias sindicales.

Esta instancia de coordinación regional es un paso adelante en la defensa de la salud con el método del frente único de la clase obrera y con un programa de acción e independencia política. Entre las organizaciones firmantes se destacan, además de Suteba Ensenada, las juntas internas combativas de ATE, las agrupaciones de la Multicolor de Suteba La Plata, la agrupación de repartidores de apps ATR y delegados de distintas reparticiones estatales, centros de salud y docentes universitarios.

El frente único de los trabajadores es indispensable para luchar contra el vaciamiento de la salud pública y en defensa del personal sanitario. Por eso, se llama especialmente a reclamar el aumento del presupuesto para salud, la provisión de insumos y elementos de bioseguridad en los hospitales, y los testeos masivos a la población. Es también un punto de apoyo para el reclamo paritario de los profesionales de la salud.

La formación de comités de seguridad e higiene son un canal para enfrentar el crecimiento de contagios de coronavirus entre los trabajadores de clínicas y hospitales. Es un contraste con el gobierno que responsabiliza a los propios médicos y enfermeros por las infecciones, y con las burocracias sindicales que ocultan que los que contraen el virus se ven obligados demostrar que se contagiaron en el ámbito laboral para que se reconozca como enfermedad profesional, invirtiendo la carga de la prueba. Se plantea además la centralización del sistema de salud.

El llamamiento regional también se pronuncia por la reconversión parcial del Astillero Río Santiago para producir insumos y equipamiento hospitalario bajo el control de los trabajadores. Ello, como parte de un plan productivo integral para enfrentar la pandemia, a diferencia por ejemplo de iniciativas como el “voluntariado” que promueve la conducción de ATE Ensenada, el cual carece de propósitos precisos y de garantías de seguridad para los trabajadores.

Con esta campaña unitaria se fortalece la lucha por la reincorporación de los despedidos de la Dirección General de Cultura y Educación que encabeza la Junta Interna de ATE Educación y la pelea por la reinstalación inmediata de los trabajadores de Vialidad; es un apoyo a los obreros del frigorífico Penta que están movilizados en defensa de sus puestos de trabajo; un respaldo para enfrentar las suspensiones con rebaja salarial en Siderar Ensenada (Techint). Es importante a su vez el apoyo al paro y las reivindicaciones de los repartidores, que se encuentran entre los más precarizados.

Se respalda también la campaña de las seccionales Multicolor de Suteba por una compensación salarial para todos los docentes sin trabajo|. El control de los trabajadores es también fundamental para los docentes que asisten el Servicio Alimentario Escolar (que debe ser universal), y para revertir la insuficiencia de los bolsones con productos secos por su número y por su calidad nutricional.

En el programa votado está presente el reclamo de las organizaciones piqueteras independientes que luchan por la duplicación de la asistencia alimenticia a los comedores populares en los barrios, junto con la entrega de elementos de higiene, y por el pago inmediato del Ingreso Familiar de Emergencia sin discriminaciones.

En oposición al sindicalismo burocrático, que actúa como escribanía del gobierno y las cámaras patronales, las organizaciones sindicales y piqueteras clasistas, junto al sindicalismo combativo, tienen la responsabilidad de encabezar la organización por todos los reclamos promoviendo asambleas y cuerpos de delegados en los sindicatos y lugares de trabajo.

El llamamiento de destaca por la elaboración de un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Se rechaza el pago de la deuda y se llama a romper con el FMI, se convoca a luchar por imponer impuestos extraordinarios a los grandes patrimonios y altas rentas para poner los recursos al servicio de las necesidades sociales y sanitarias. El programa plantea una salida integral al saqueo del país basada en la nacionalización de los hidrocarburos y todos los recursos estratégicos, de la banca y del comercio exterior, en el marco de un plan económico de los trabajadores.

Con este planteo, los comités de seguridad e higiene en los lugares de trabajo y las barriadas serían una herramienta de organización y movilización para llevar los reclamos al gobierno nacional, provincial y a las intendencias. Reivindicamos este paso adelante basado en una política de independencia obrera.