La ciudad se encuentra devastada, la movilización popular de acciones solidarias creció el fin de semana de manera vertiginosa, pululan vecinos en autos con donaciones por toda la ciudad. El Partido Obrero se puso a la cabeza de la organización de la ayuda y de las barriadas en el mismo instante en que comenzó la catástrofe.

Hemos realizado decenas de asambleas en el casco de La Plata, en Los Hornos, Altos de San Lorenzo, en Tolosa centro, en Tolosa periferia, en Nini, en Villa Nueva de Berisso, en Los Hornos cementerio, Villa Elvira y en distintos puntos del centro platense. La Plata parece haber vuelto a 2001 en sólo días.

Las asambleas de los barrios más empobrecidos votaron unificarse, para sortear la migración individual a cada delegación municipal y el manejo de los punteros del PJ, quienes no sólo trafican la ayuda sino que llegaron a armar “piquetes” impidiendo el paso de los vecinos solidarios. El faltazo del gobierno es general. En las barriadas periféricas no aparecieron hasta que una movilización de estas asambleas desembocó en la municipalidad con una columna de 500 compañeros. Juntos, marcharon el Polo Obrero, la organización territorial de La Brecha (Cauce) y de la Juventud Guevarista. Acompañaron la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada, el Suteba Legítimo y la junta interna de Desarrollo Humano, entre otros.

La delegación fue recibida por el secretario de Acción Social de Pablo Bruera. Lo más llamativo no fue sólo su falta de respuesta a todo el pliego reivindicativo, sino que además nos transmitiera nos transmitió sin tapujos que la ayuda de Nación no es articulada con el municipio sino directamente con La Cámpora. La interna del oficialismo no se frena siquiera en medio de la catástrofe.

Mientras tanto, la bronca popular crece, y han vuelto las asambleas populares. Las donaciones son paliativos inmediatos y momentáneos. La necesidad de indemnizaciones, sin trabas burocráticas, y un plan de obras públicas que incluya viviendas populares, se impone. Hay un repudio generalizado contra los gobiernos, tanto municipal como provincial y nacional. El local central del Partido Obrero de la regional se ha convertido en un centro organizador de la ayuda y del reclamo contra los verdaderos responsables. Baja el agua y crece la necesidad de una alternativa política de los trabajadores.