La Plata: Más de 120 asentamientos, sin obras públicas

La situación poco natural de las inundaciones ha sacado a la luz el grado de desinversión en la obra pública por parte de los gobiernos, municipal, provincial y nacional. La falta de planes de vivienda, planeamiento urbano, y de datos oficiales de los desarrollos formales e informales de urbanismo, recrean en cada lluvia las condiciones para una nueva inundación.


El Cipba (Centro de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires), destaca que el "desmedido crecimiento urbano y la subejecución de obras hidráulicas, junto con obras de pavimento y reducción de superficies absorbentes", desembocaron en la inundación del pasado 2 de abril, en La Plata. Para el organismo, la situación se agrava por "la falta de abordaje de la problemática de los desagües hidráulicos desde un punto de vista interdisciplinario"; "la ausencia de diagnósticos de infraestructura, condiciones ambientales, estructura vial, hidráulica y crecimiento demográfico". No es sólo desidia del gobierno, es una política de urbanización que favorece el negocio especulativo inmobiliario, la consecuencia de esto es un desarrollo vertiginoso de barrios en las periferias de la región, dejando a más de un centenar de asentamientos en La Plata, Berisso y Ensenada.


A fines de 2009, la ONG, "Un Techo para mi País", presentó un relevo de 127 asentamientos, entre La Plata, Berisso y Ensenada, que reunían a casi 19 mil familias que viven con escaso acceso a los servicios básicos. También daban cuenta de que la mayor concentración de viviendas precarias se asentaba en la zona de Melchor Romero y los Hornos. A esto, hay que sumarle la precariedad del hábitat, de la dificultad para contar con servicios tales como recolección de residuos o alumbrado público, además de tampoco acceder con facilidad a otras prestaciones esenciales como gas, luz y agua corriente. En muchos casos, con hospitales alejados de sus áreas y deficiencias en el sistema de transporte.


En el 34,1% de las villas y los asentamientos, los vecinos cuentan con acceso al sistema de agua potable a través de perforaciones o pozos mientras que el 32,4% de los mismos accede al agua potable únicamente a través de la red pública. Con respecto al gas, el 83,4% de los residentes en las villas y los asentamientos no tienen acceso a la red, dependiendo su provisión del gas envasado (garrafa), la leña o el carbón, o el calentador eléctrico (En Relevamientos de Villas y Asentamientos de Gran Buenos Aires, Un techo para mi país, octubre de 2011). Los desagües pluviales directamente no existen, por ello, estas zonas fueron directamente tapadas por el agua el pasado 2 de abril. Los planes federales de vivienda, impulsados en algún momento en campaña electoral de los Kirchner, con fondos nacionales, nunca fueron terminados, las obras de los arroyos Del Gato, Maldonado y Carnaval que le corresponde al Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, tampoco se realizaron, mientras la intendencia de Pablo Bruera aprobaba el Código Urbano en beneficio de las empresas constructoras e inmobiliarias.


Esto fue puesto a la luz aquel 2 de abril, y por ello en las asambleas populares, los vecinos exigen una respuesta no sólo a las necesidades inmediatas, también reclaman las obras de compleja planificación e infraestructura, pero bajo control vecinal.


Es necesario un programa de salida, La derogación inmediata del Código de Ordenamiento Urbano. La inmediata ejecución de obras hidráulicas bajo control de las asambleas vecinales. Desagües Pluviales, y Entubamiento de Arroyos. La implementación y desarrollo de: redes de agua potable, cloacas y gas. Un plan de viviendas populares, solventado con la reservas del Banco central e impuestos a los capitalistas.