Villa Gesell

La impredecible y trágica caída de un rayo en una playa de Villa Gesell, que dejó cuatro personas fallecidas y 22 heridos, puso de manifiesto las predecibles condiciones de precarización a la que se ven sometidos los guardavidas de la costa argentina. Los trabajadores denunciaron que no tenían los elementos necesarios y esenciales para afrontar una emergencia.

“Tuve que hacerle respiración boca a boca, sin boquilla, a una chica que estaba sangrando”, explicó Karina, una de las guardavidas, quien señaló que no tenía los elementos mínimos para estas situaciones y que no se hacen nunca ejercicios de salvataje (La Gaceta, 10/1).

El mismo día de la caída del rayo (el jueves 9/1), otra guardavidas manifestó la misma denuncia: “Hay pocas cosas para asistir a la gente cuando pasa algo. Cuando socorremos a alguien del agua, llamamos a la ambulancia y pasan horas sin que vengan. Los guardavidas somos los encargados de hacer todo. En este caso, tuvimos que trasladar con reposeras a los heridos. Queríamos remarcar, además, que los guardavidas son los que primeros socorrieron a la gente y nunca se los reconoce. Tampoco tenemos las cosas para poder operar ante casos así: no hay boquillas para hacer RCP, no tenemos desfibriladores ni las cosas necesarias ante una catástrofe así” (Telefé Noticias, 9/1).
Una compañera suya, de la Cruz Roja, completó que los guardavidas que se acercaron para ayudar fueron los de las zonas más cercanas, ya que manifestó que no tenían radio para comunicarse con el resto (ídem anterior). Agustín, el primer guardavidas que estuvo donde cayó el rayo, sostuvo que “en las playas no hay ambulancias; no hay camillas ni mascarillas; simplemente improvisamos, porque hace años que venimos trabajando en estas condiciones”. Y agregó: “Después pasan estas cosas y trabajamos en las condiciones que podemos; no puede ser” (Crónica, 10/1).

La precarización de los trabajadores guardavidas es extensiva a otros puntos de la costa, donde se proyectan los mismos reclamos. La Asociación de Guardavidas de Pinamar (AGP) convocó a una huelga con movilización desde este domingo en reclamo de mejores condiciones laborales (Tiempo Argentino, 9/1/13). Los trabajadores denuncian, precisamente, “el incumplimiento de ciertas normas que redundan en riesgos para terceros y para los propios guardavidas (…) Más del 80% de los puestos no tiene los elementos necesarios para el trabajo (como aparatos de comunicación o salvavidas). Además, faltan 20 guardavidas en distintos balnearios de la zona”, detalló el delegado Fernando Espinach (ídem anterior).

A las denuncias contra la precarización laboral, se suma el reclamo salarial: los guardavidas de Pinamar advierten que los empresarios del sector “niegan la paritaria desde octubre” y no se presentan a negociar. Asimismo, indican que el salario del sector privado es más bajo que el del trabajador municipal. En rigor, la mitad de los guardavidas, cerca de 115, son contratados por el Estado y la otra mitad son trabajadores del concesionario de turno.

Daniel Mecca