Políticas

21/4/2016|1407

La Rioja: un régimen ajustador en descomposición

Es necesaria una respuesta de conjunto de los trabajadores


La derrota de Beder en las últimas elecciones a diputado nacional  y el triunfo de Macri en el balotaje provocaron un terremoto político en el PJ riojano, que se tradujo en el viraje y toda su camarilla virará convergiendo con el macrismo. Beder junto a su aliada del FpV, Tere Madera, fueron de los primeros en integrarse al bloque pejotista encabezado por Bossio. Desde entonces, el gobierno local actúa como colectora del gobierno macrista.


Este realineamiento del PJ riojano, encabezado por Beder, se produce en circunstancias en que la autoridad política del propio Beder se encuentra completamente erosionada, agravada con las denuncias de abusos sobre menores.


El gobierno de Casas se encuentra envuelto en una gran crisis y quebranto fiscal que se prolonga a los municipios y a la actividad privada, y que en todos los ámbitos pretenden resolverlo mediante ajustes contra los trabajadores. Los despidos están a la orden del día. En el caso de los obreros de la construcción, el 70% de la mano de obra se encuentra desocupada.


En diciembre, los trabajadores del municipio de la capital salieron a la lucha frente a los despidos masivos. La lucha hizo detonar una crisis en el Concejo llevando a que el bloque del pejota  impulsara un pedido de juicio político del intendente K, Paredes Urquiza, cuando sólo llevaba semanas de gobierno. El pedido de juicio estaba encabezado por su propio viceintendente Felipe Alvarez. La crisis se saldó con la reincorporación de la mayoría de los municipales, pero abrió un cuadro de enfrentamiento en el Concejo Deliberante. Paredes Urquiza, para seguir sosteniendo la intendencia, tuvo que virar y apoyarse en los bloques de los partidos que integran Cambiemos a nivel nacional, lo que vino acompañado de un escándalo por la revelación de un audio donde se escuchaba al líder de la bancada del PRO ofreciendo coimas a una concejal de un ala del PJ para unirse a un interbloque favorable al kirchnerista Paredes. El escándalo concluyó con la renuncia del concejal del PRO, cuando ya se había aprobado el llamado a juicio político con el voto favorable del propio PRO, UCR y demás. Así como la “oposición” macrista tuvo su escándalo en el Concejo, el PJ hizo lo propio en la Legislatura, donde los diputados a la hora de discutir los cargos internos se realizaron todo tipo de acusaciones, evidenciando los enfrentamientos de camarilla entre los partidarios del vicegobernador con los del gobernador.


Todos estos culebrones son la radiografía de un régimen en descomposición y en pleno proceso de disgregación.


En todo este escenario, el descontento popular ha crecido pero por el momento sólo se ha traducido en reclamos parciales. Las burocracias están jugadas a defender sus privilegios bloqueando cualquier acción de conjunto de los trabajadores.


En enero, una huelga de más de veinte días de los choferes de transporte público finalmente fue derrotada mediante un gigantesco operativo de desalojo del corte que realizaban a la salida de colectivos.  


El 4 de abril el paro docente fue masivo.


Luego de ello, las acciones de lucha más importantes tuvieron que ver con el rechazo a la política prominera de Macri con una marcha de alrededor de 2.000 personas y la de familiares en lucha contra la impunidad.


Las asambleas ambientales están en pleno proceso de ebullición, pues habían abierto grandes ilusiones en la dirigencia de Fuerza Cívica Riojana (el Cambiemos local), quienes habían prometido una defensa irrestricta de las banderas contra la megaminería, contra el saqueo y en defensa del medio ambiente. La política macrista es todo lo contrario, y el FCR se tuvo que sacar la careta muy rápidamente con honrosas excepciones de algunos dirigentes que tomaron distancias y hasta rompieron con esta coalición en favor del ajuste y las grandes corporaciones mineras.


La bronca popular ha crecido frente a los tarifazos que hacen la vida imposible. Recientemente, hubo una movilización contra los aumentos de luz, y lo peculiar de la misma fue que dos referentes del FCR fueron echados de la concentración.


Ahora, todos los bloques políticos evidenciaron nuevamente su carácter ajustador con la aprobación de un nuevo tarifazo al transporte que contó con el apoyo tanto del FpV como del macrismo.


Frente a este contexto, de crisis del régimen político y de ofensiva de conjunto contra la población laboriosa, las respuestas parciales que se han venido dando, tienen que apuntalar el reclamos de una respuesta de conjunto: es necesario un paro provincial por el salario, los puestos de trabajo, en defensa del Famatina y los recursos naturales, y por todas las reivindicaciones que vienen motorizando la reacción obrera y popular.


El Partido Obrero se plantea la lucha por poner, también en La Rioja, a la clase obrera y a la izquierda como alternativa política al régimen ajustador.