Políticas

15/10/2014|1336

La situación política y la izquierda en Córdoba


Hace más de diez años irrumpía el “juecismo”. En poco tiempo, (2003) fue electa para la intendencia de Córdoba con una votación superior al 60%, y cuatro años después ganaba las elecciones provinciales, pero un fraude impediría su llegada al gobierno. En 2009 ganó las elecciones parlamentarias nacionales. Armado por un sector patronal, su figura excluyente, Luis Juez, provenía del riñón del PJ menemista.


Esa abrupta performance electoral precipitó un oportunismo inédito de parte de la mayoría de las fuerzas progresistas (PS y otros), izquierdistas (PC, PCR, CTA), e incluso trotskistas. El MST lo reivindicó como una fuerza que se oponía al bipartidismo. No se buscaba una fuerza obrera, sino el ‘tripartidismo'.


El velo progresista de Juez no tarda en esfumarse. En el conflicto del campo se alinea abiertamente con los pools de siembra. Se opone a la estatización de las AFJP. Pierde apoyo electoral, y así comienza la debacle. En octubre de 2013 hace su peor elección con el 3% provincial. Juez ahora se asocia a la UCR y el PRO de Macri. Esto agudiza la trifulca en la UCR.


Mientras este armado busca ganar la provincia al PJ, De la Sota planea adelantar las elecciones para mayo de 2015. Así las cosas, tendríamos elecciones adelantadas, por un lado con dos listas derechistas. Todas las encuestas, en todos los niveles, registran un avance del Frente de izquierda respecto de 2013.


El desarrollo incesante de agrupamientos antiburocráticos en los sindicatos de Córdoba (Smata, UOM, UEPC, SEP, Suoem, Adiuc, ATE, bancarios, UTA, frigoríficos, Luz y Fuerza, telefónicos, etc.) tiene como marco este cuadro político. La debacle del centroizquierda potencia la alternativa electoral de la izquierda.


Para reforzar esa perspectiva estamos desplegando una agitación política sistemática sobre los grandes ejes de la crisis, oponiendo un programa de salida para la clase obrera (prohibir despidos, reabrir paritarias, plan de viviendas, anulación del Código de Faltas, fuera Monsanto, defensa de la mujer trabajadora) y apoyar decididamente las luchas que enfrentan estas políticas. Asimismo, promovemos el reagrupamiento (frente único) de la izquierda y el activismo, antiburocrático, tanto en los sindicatos como en los lugares de estudio, barrios y ciudades. El desarrollo de las asambleas en los principales sindicatos, universidad, barrios y ciudades, de cara al Congreso del movimiento obrero y la izquierda, que votan un programa y un plan de acción para intervenir en cada uno de esos frentes, muestra esta posibilidad en movimiento.