La Sociedad Rural de la provincia de Buenos Aires emitió un comunicado apoyando la candidatura de José Luis Espert a la gobernación. De esta forma los “hombres de campo” hacen público su sostén (y financiamiento de campaña) afirmando que proveerán de cuadros a la estructura que monte el liberfacho. Después de batir el parche reaccionario de que la “libertad” del capital termina con el corporativismo -que Espert adjudica a los sindicatos y organizaciones populares- el derechista se lanza con el aval de la corporación sojera y agraria, responsable del aumento sideral de la canasta de alimentos y de la retención especulativa de granos para empujar una mayor devaluación del peso.

Desde los tiempos de Bunge y Born con Menem que no hay una identificación tan explícita de una asociación patronal, en este caso la Sociedad Rural, con un candidato. Este aval puede ser un salvavidas de plomo para la agitada interna de la derecha en la provincia y está llamado a levantar polvareda en Juntos. En el 2021 Espert quedó fuera de la interna cambiemita y posiblemente quiere servirse del pronunciamiento de la Sociedad Rural para revalorizar sus acciones en la coalición derechista.

Está por verse si el apoyo de los “productores rurales” alienta el ingreso del “libertario” a Juntos, si apunta a consolidar su alianza con una fracción del PRO, o si es el preanuncio de un lanzamiento como referente provincial de una candidatura presidenciable del otro facho de Milei.

Quizás la respuesta transite por esta combinación de estas alternativas, sobre todo si la candidatura a gobernador de Espert no rompe el amperímetro de la andanada de candidatos del PRO, larretistas, de Bullrich y Macri, y radicales en sus distintas variantes. La división de la derecha en la provincia de Buenos Aires sigue siendo el pulmotor que alienta los apetitos reeleccionistas de Kicillof.

La manija a Espert golpea también a Kicillof, quien piloteó el pacto con Juntos para aprobar el Presupuesto bonaerense 2023 en estrecho contacto con los exportadores agrario. La ley de leyes y el régimen fiscal de los “nacionales y populares” no grava al capital agrario ni revalúa sus propiedades y campos en la provincia.

El comunicado de la Sociedad Rural dejó pagando a los intendentes radicales del interior bonaerense que tienen vínculos fuertes con esta institución patronal, incluso porque históricamente son muchos los alcaldes de la UCR que provienen de ese palo. Para Espert la suma de la Sociedad Rural a su agenda de campaña le sirve para armar las listas por dentro o por afuera de Juntos de cara al 2023.

Espert presenta el apoyo de la Sociedad Rural como un hecho inédito en la historia política del país para lavar su presente y su pasado. La Rural ha sido partícipe necesaria de todas las asonadas reaccionarias desde los llamados “piquetes de la abundancia” contra las retenciones, al rechazo a la estatización de Vicentín, como así también su oposición a los gravámenes a la propiedad de la tierra que ha hecho pesar en los distintos presupuestos provinciales bajo los diferentes gobiernos. El “libertario” lleva como marca registrada el lobby a favor de una corporación que ha sido partícipe necesaria de todos los golpes militares y represiones contra los trabajadores.

Para los trabajadores es una lección política de envergadura que reafirma la necesidad de intervenir en la lucha política y electoral con un programa de salida obrera y socialista a la bancarrota nacional y provincial. A los “antisistema” truchos de Milei y Espert los bancan las grandes corporaciones capitalistas que ponen un huevo en cada canasta para condicionar el proceso electoral. El efecto inmediato de esta declaración de apoyo de la Sociedad Rural, con vencimiento a plazo fijo, será una mayor derechización de Juntos y también del Frente de Todos.

Este es el escenario de fragmentación política que va prefigurando el cuadro electoral y que pondera -por oposición- el valor de la convocatoria del Partido Obrero a poner en pie un congreso del Frente de Izquierda Unidad para organizar el FIT-U como un referente político y de lucha de los trabajadores y sectores populares que se alejan del peronismo.

El 11 de febrero vamos al Plenario del Partido Obrero para reforzar la intervención del Frente de Izquierda con un programa de transformación social y expropiación de los pulpos agrarios e industriales, y para llevar a una escala más alta la lucha por la construcción de un movimiento popular con banderas socialistas. Hay una unidad de propósitos entre el FIT-U como canal de los explotados y los candidatos que lo representen en el 2023.