Políticas

12/11/2009|1108

La sublevación docente se profundiza


Una nueva marcha de más de 500 docentes a Casa de Gobierno ratificó en las calles la continuidad de la lucha contra el pacto del gobierno y la conducción para silenciarnos. La marcha y la asamblea se realizaron mientras la conducción anunciaba, luego de la reunión con el gobierno, que la propuesta era nuevamente… nada. En ese marco, la asamblea docente advirtió que la conciliación obligatoria es trucha por donde se la mire: la dictaron dos veces, por lo tanto pretenden extenderla –prórroga mediante– hasta el 24 de noviembre, cuando en realidad vence el miércoles 11. Por eso votamos volver ese día a las calles para exigir su fin.


La conducción, de maniobra en maniobra, se juega a sostener al gobierno para que pueda pasar su política de ajuste y congelamiento salarial justo cuando éste destina la plata de los trabajadores a los bolsillos de los capitalistas del campo y de la industria. Para el presupuesto 2010, Schiaretti aprobó un 8,8% para salarios de los estatales y se dio el lujo de eximir en 3.000 millones de pesos el pago del impuesto inmobiliario a los sojeros.


Pero el proceso que se vive por abajo es muy profundo y la disgregación de la celeste es cada vez mayor. Al acto de aparato que organizó frente al gremio para “defender las instituciones y la no violencia” no fue ni el loro: cero delegados, cero docentes. En otro intento de disciplinamiento y neutralización de la mayoría opositora, convocó a plenarios regionales de delegados del interior (de departamentos muy importantes) “para informar”. El propio Monserrat (secretario general a cargo) se hizo presente, tirando diatribas y amenazas contra los dos autoconvocados”; sin embargo, la respuesta de los delegados fue contundente: “estamos disconformes con la conducción, no nos representan, que se vayan”. Esto sucedió en Santa María (Alta Gracia), San Martín (Villa María) y seguían llegando informes. Esto confirma, como habíamos señalado, que la sublevación se provincializa.


Bajo este contexto, la burocracia anunció que “si nos someten a una conciliación obligatoria sólo para entretenernos, tendremos que pensar en una solución drástica como el corte anticipado de las clases” (Día a Día, 7/11). ¡Basta de maniobras!


Nuestra exigencia es cada día más firme: Abajo la conciliación obligatoria trucha. Ninguna prórroga. Que la UEPC rompa el pacto con el gobierno y convoque asamblea en las escuelas y de delegados para resolver el curso de las acciones. Por el 35% al básico y ninguna suma en negro. Con estas consignas volvemos a las calles.