Políticas

27/6/1996|500

La toma de dos ciudades

Cultral Co y Plaza Huincul contra la desocupación

El sábado último, por la tarde, se realizó una multitudinaria asamblea popular (unas 5.000 personas) que votó un ultimátum al gobernador Sapag para que se presente ante el pueblo de ambas localidades. Caso contrario, a partir del lunes, se tomarán también las municipalidades y los bancos.


“Durante la asamblea se acordó que los intendentes de Plaza Huincul y Cutral Có y los bloques de concejales participen de las guardias en los diferentes puestos” (Río Negro, 23/6/96).


A medida que pasan las horas, y la organización de la toma se desarrolla, aparecen todos los ingredientes de las situaciones revolucionarias, aunque en este caso se trate de una zona de una provincia. El ‘poder institucional’ ha quedado sometido a la voluntad soberana (esta vez en serio) del pueblo, que delibera y decide en asamblea. Todas las actividades cotidianas en la zona reconocen una sola fuente de autoridad: la voz de los movilizados y de los piquetes.


La actividad comercial está estrictamente en función de la lucha: sólo funcionan las estaciones de servicio para abastecer a los equipos que levantan barricadas, a los que ahora se han sumado la maquinaria municipal y los taxis, que trabajando gratis actúan de nexo entre los diferentes piquetes, llevando víveres, abrigo y personas.


Las radios, en cadena, trabajan coordinando la recolección de abastecimiento para los puestos de guardia.


El diario Río Negro del 23/6 informa que, entre los participantes de la asamblea popular, estaba el padre del soldado Omar Carrasco (asesinado en el cuartel de Zapala), quien como desocupado se sumó a esta lucha e instó “al pueblo a permanecer y luchar unidos”.


Con los ánimos templados por la masiva asamblea, los pueblos de Cutral Có y Plaza Huincul se preparan para “llegar al lunes y al martes. De acá nos van a sacar muertos”, dijo un dirigente barrial (ídem).


Esta lucha impone la urgencia de concretar un paro provincial. Un sector de la burocracia cegetista está en los piquetes pura y exclusivamente para botonear al activismo e impedir que el sector más combativo tome la dirección de la lucha.


El CTA, por su lado, no ha convocado públicamente a ninguna instancia para coordinar medidas de apoyo. Estamos tratando de armar una reunión para el lunes, de tal manera que todas las organizaciones sindicales y populares podamos apoyar esta lucha y derrotar al gobierno que nos ha aplicado la rebaja salarial y prepara las privatizaciones de los organismos del Estado, con su secuela de despidos y destrucción de condiciones laborales.


El gobierno no tiene respuestas para los reclamos de Cutral Có y Plaza Huincul. Sapag especula con el aislamiento para derrotarlos por el cansancio o la represión.


En algunos piquetes se empezaba  a ver la necesidad de reclamar 500 pesos de seguro al desocupado, como paliativo inmediato, ante la posibilidad de que se ofrezca la ‘solución’ de puestos de trabajo de aquí a unos años, o de apenas unos cientos, cuando la desocupación en esas localidades trepa a los 4.000 compañeros.