Políticas

30/4/2018

La “urbanización” de Rodríguez Larreta no resiste una tormenta

Con la tormenta de este fin de semana, dos de los “ejemplos de modelos de urbanización” del gobierno de Rodríguez Larreta han dado sobradas muestras de la precariedad de las obras que se llevaron adelante este proceso. Con la lluvia no solo se han generado destrozos en las viviendas de los vecinos, perdiendo electrodomésticos y muebles, como ocurrió en las manzanas bajas de la Villa 20, y otros barrios humildes de la ciudad. En el caso del Playón de Chacarita se produjo un incendio que afectó a cinco viviendas (ya que los bomberos tardaron tres horas, según afirmaron varios vecinos) y produjo el derrumbe de otra.


Varios delegados y referentes de los barrios han impulsado el control vecinal de las obras. Sin embargo, mientras las cuadrillas del gobierno porteño avanzan con la apertura de calles y construcciones de viviendas nuevas sobre avenidas, las necesidades más elementales de los vecinos siguen vulneradas, por las condiciones de hacinamiento en el que continúa viviendo la mayoría y la falta de infraestructura adecuada. La tormenta de este fin de semana demostró los enormes límites que presentan los proyectos impulsados por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y Rodríguez Larreta.


Desde hace varios meses la gestión del Jefe de Gobierno de la Ciudad se ha jactado de ser el “urbanizador” de las villas de la Ciudad. Las leyes de urbanización aprobadas el año pasado por la Legislatura de la Ciudad han reunido dos componentes: por un lado, la enorme lucha de los vecinos por su derecho a vivir en la ciudad en condiciones dignas, y por el otro, la necesidad del gobierno de realizar estos planes para arraigar negocios inmobiliarios en las zonas aledañas.


Rechazamos las obras cosméticas que Rodríguez Larreta presenta como “urbanización”, que combinan un pequeño porcentaje de construcción de vivienda nueva (además, con materiales de dudosa calidad) en las avenidas exteriores (lo que se ve “desde afuera”  de los barrios) mientras la enorme mayoría de los vecinos sigue padeciendo la falta de obras en el interior de las manzanas.


El gobierno porteño es responsable. Debemos impulsar la lucha por la urbanización real, relevar las pérdidas y reclamar inmediata asistencia.


Impulsemos asambleas por manzana para exigirle al gobierno que atienda prioritariamente la urbanización real, manzana por manzana. El desenlace de estos procesos de urbanización dependerá de la movilización en cada uno de los barrios y de organización independiente de los vecinos.