Sin quererlo, el programa “Zona de Investigación” (Canal 9) ha dado una lección práctica insuperable acerca de qué es el centroizquierda y cómo se ha integrado al aparato del Estado.

Al poner en el aire una investigación sobre la red de “influencias” que hay que “mover” en Avellaneda para habilitar un cabaret (es decir, la “cubierta” de un prostíbulo), la madeja empieza a desenvolverse por Herminio Iglesias. Este envía a los aspirantes a proxenetas a entrevistarse con el concejal frepasista Claudio Yacoy, mano derecha del intendente Laborde en el Consejo Deliberante. Éste, a su vez, los contacta con el (ahora ex) director de Fiscalización de Comercio, A. Lorenzo, “un hombre con quien se puede hablar sobre estos temas en confianza”. Lorenzo les sugiere un “emprendimiento alternativo” o, mejor dicho, una “cubierta” diferente: poner el prostíbulo bajo el mote de “café-bar”. Es de interés estratégico para la comuna, les dice, la apertura de comercios.

Integración al Estado (y a sus mafias)

Todo esto no impresiona a nadie a esta altura del partido, pero debemos destacar un hecho: el intendente ya no es Herminio ni “Cacho” Alvarez sino el ex comunista Oscar Laborde, adalid del “presupuesto participativo”, del Foro Social Mundial, del Frenapo; aquél que en el año ’94 abandonó el PC y en nombre de la solidaridad con las revoluciones cubana y nicaragüense se integró al chacho-alfonsinismo del Frente Grande.

La travesía de estos “marxistas-leninistas”, iniciada bajo los lemas “alternativa y liberación” y “otro país es posible”, ha terminado en su integración a las mafias que se albergan en el Estado burgués en descomposición y sobre las cuales el Estado se apoya.

En Avellaneda convive un verdadero cementerio de fábricas con decenas de miles de desocupados: lo más racional sería juntar unos y otros. En lugar de eso, “lupanares”, barrios privados, clubes de trueque…

Laborde, Mosquera, Barcesat… ni alternativa ni liberación. Que se vayan todos.