Políticas

15/11/2017

Lanús: crisis, vaciamiento y persecución laboral en la Unidad de Pronta Atención


Los trabajadores de la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús, que depende del hospital Evita, vienen denunciando junto con los vecinos el proceso de vaciamiento que vive la institución, así como aprietes para que acepten retrocesos en sus condiciones laborales.


 


La UPA es el primer eslabón de la atención de guardia, en un contexto en el cual las salitas de atención primaria y los hospitales públicos sufren una profunda crisis resultante de las políticas llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos en las últimas tres décadas. Este cuadro, sumado a la creciente miseria en la barriada, ha llevado a un aumento en el caudal de pacientes en la UPA, lo que hace aún más grave su vaciamiento.


 


Mientras que en el año 2012 contaba con unos 18 médicos de guardia, hoy tiene un plantel de sólo 7. La institución nunca tuvo ambulancia (los choferes cumplían otras actividades de forma desvirtuada); y los médicos de guardia se ven obligados a hacer las veces de generalistas –frente a la falta de pediatras, ginecólogos o cirujanos– y a hacerse cargo de internaciones prolongadas frente al colapso del Evita. Esto mientras parte de la aparatología –como los respiradores– fue siendo llevada al hospital.


 


Otro punto importante es la situación del laboratorio que se encuentra dentro de las instalaciones. Se incita a los médicos a pedir más exámenes de laboratorio, muchas veces innecesarios, amenazando con el cierre del laboratorio en caso de que “no rinda”. Esta instalación del concepto de productividad en el ámbito de la salud pública va en línea con los planteos de la (mal llamada) Cobertura Universal de Salud (CUS) de Macri y los gobernadores.


 


La falta de nombramientos para cubrir las guardias, sumado a la quita del llamado "plus UPA" –que incrementaba en algunos pesos los ingresos de los profesionales y había sido una forma de incentivo por trabajar en zonas "calientes" del conurbano– precipitó un tándem de nuevas renuncias.


 


En ese marco, se pretende que los baches de personal sean cubiertos por los mismos médicos, exigiéndoles más horas de guardia. Ante la resistencia de los trabajadores, se inició una campaña de aprietes y persecuciones por parte de las autoridades, que incluyeron la amenazaron de no otorgarle sus vacaciones obligatorias a una médica que se encuentra cursando un embarazo de alto riesgo.


 


La privatización de la salud, de la mano de la CUS, se avecina en los pagos de Néstor Grindetti.


 


Opongámonos a cualquier intento de cierre de la UPA. Por salario inicial igual al costo de la canasta familiar. Por aumento de los planteles. Abajo la persecución a los trabajadores. Abajo la CUS.