Políticas

24/2/2005|888

Lanusse y Zamora prohíben el acto de cierre del Partido Obrero


El Partido Obrero había anunciado un acto público en la Peatonal Tucumán para el viernes 18 de febrero, con la presencia de Jorge Altamira y nuestros candidatos a Gobernadora (Andrea Ruiz) y Diputado en primer término (Nicolás Basualdo).


 


Al iniciar los preparativos en la peatonal distintos funcionarios municipales (algunos de los cuales se identificaron como “del partido de Zamora”) comenzaron a hostigar a los compañeros que se encontraban instalando el sonido, la cartelería, etc. Tras varias gestiones infructuosas, la Policía (que responde a la Intervención) apareció en patota para impedir la realización de nuestro acto. El argumento de los funcionarios fue una ordenanza municipal que prohíbe la realización de actos políticos en la vía pública (inicialmente se habló de la peatonal, pero luego extendieron la prohibición a las plazas y a las calles de la ciudad).


 


Tras una encendida intervención de Altamira “a capella” (pues no se nos permitía utilizar el sonido), los compañeros presentes decidimos realizar una movilización por la zona céntrica, pasando por los medios de comunicación para denunciar este atropello. Al llegar a la Secretaría de Derechos Humanos, la compañera Andrea Ruiz denunció el pérfido gatopardismo de la Intervención Federal.


 


Zamora y la Intervención Federal son responsables políticos de una violación a los derechos democráticos más elementales.


 


El Partido Obrero sale de este traspié honrado, pues se confirman tajantemente nuestras caracterizaciones y denuncias. El mismo día en que prohibieron nuestro acto, los medios anunciaban la inminencia de la liberación de Juárez por parte del gobierno de los que venían a “democratizar Santiago”. El mismo día en que prohibieron nuestro acto, los “transversales”, organizaban un acto del menemista Figueroa, en base a la extorsión de la población con bolsones, bebidas alcohólicas y otras prebendas non-sanctas.


 


Los compañeros que concurrieron al acto (que contaba con una muy importante presencia de independientes) son los iniciadores de lo que deberá ser una gesta para la clase trabajadora santiagueña: la construcción de su propio partido.