Políticas

2/3/2020

Larreta y Alberto Fernández: un diálogo para profundizar el ajuste

Detrás de las negociaciones por los fondos entre Nación y Ciudad se encubre un ajuste encadenado contra los trabajadores dictado por el FMI para el pago de la deuda.

“Siempre voy a estar dispuesto a dialogar con el gobierno nacional” fue la frase destacada de todos los portales de noticias respecto del discurso inaugural de Larreta en la Legislatura porteña. Fue la única alusión elíptica de Larreta a las negociaciones por los fondos de la coparticipación que le reclama la nación a la Ciudad, casi una omisión.


El diálogo pretendido tiene un contenido concreto, el reparto de las cargas entre la Nación y las provincias de un país quebrado. En su propio discurso en el Congreso, Alberto Fernández ratificó que el destino de su gobierno está atado a la alianza con el FMI y la negociación con los bonistas.


Ajuste encadenado


El recorte de la coparticipación sería de alrededor de 1 punto porcentual, unos 30.000 millones de pesos. Larreta quiere moderar esa baja, pero de ninguna manera podría oponerse ya que esos fondos son una exigencia del FMI para el pago de la deuda. Para compensar la merma Alberto Fernández habilitó la suspensión del “consenso fiscal” firmada por todos los gobernadores. En una reunión informativa, los funcionarios del gobierno de la Ciudad informaron a los legisladores que deberán convalidar la medida en los próximos días, que esperan “recuperar” 14.000 millones de pesos por Ingresos Brutos. De esto Larreta no dijo una sola palabra.


Pero la suspensión de la baja en Ingresos Brutos que establecía el “consenso” se convertirá en un tarifazo inflacionario porque, como denunció Gabriel Solano luego de la apertura de sesiones, los empresarios trasladarán inmediatamente a los precios los mayores costos. Esto tendrá un impacto en el bolsillo de todos los que viven y trabajan en la Ciudad, que están desarmados frente a la inflación porque tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad han retirado las cláusulas gatillo de las paritarias.


Larreta busca otra fuente de ahorro en los salarios. Lo ofrecido a los docentes es una señal de los tiempos que corren. La propuesta, insuficiente y con sumas fijas, es similar a la de la paritaria nacional. UTE la rechazó pero sin contraproponer nada y sin convocar a paro. Es que no se puede entregar la paritaria nacional y luchar en la Ciudad, es el límite infranqueable del  kirchnerismo sindical porteño. De este modo le vuelven a regalar a Larreta el inicio de clases del que se vanaglorió en la apertura de sesiones, ocultando que otros sindicatos como Ademys sí convocan a paro y movilización.


La disputa por las tierras que Macri le cedió a fines de su mandato a la Ciudad tiene este mismo contenido. En dos decretos recientes, Alberto Fernández planteó revisar la legalidad de la medida, de ninguna manera retrotraerla, anular su privatización ni cuestionar la especulación inmobiliaria que reforzará. Sólo está en juego la contabilización de los 16.000 millones que valen como un saldo a su favor. Sumándolo a la suba de la coparticipación que denuncian “inflada” por el traspaso de la policía, apuntan a presentar una Ciudad “privilegiada” por la gestión anterior.


Se trata de valiosos terrenos ferroviarios, bajo viaductos y otros terrenos vitales para una Ciudad colapsada por la especulación inmobiliaria desbocada de la gestión larretista. Casi como un elogio al macrismo, la Ciudad “opulenta” que pretende Alberto Fernández es un relato ajustador. Como con jueces y jubilados, pretende presentar que el esfuerzo lo hacen los ricos para justificar el ajuste a los pobres. Pero lejos de la riqueza, en la Ciudad habitan clases sociales con realidades e intereses sociales contrapuestos. Puerto Madero, donde él vive, oculta la contracara del medio millón de personas con déficit habitacional, falta de 20.000 vacantes en las escuelas, empleos precarios y un sistema de salud colapsado.


Larreta omitió también referirse a estos problemas que acucian a la población trabajadora de la Ciudad. Tampoco a los trabajadores del subte contaminados con asbesto ni al brote de dengue que afecta principalmente a las villas donde en muchos sectores ni siquiera hay agua corriente desde hace semanas.


Movilización


Desde el Frente de Izquierda denunciamos este ajuste encadenado. Rechazamos la rebaja de la coparticipación para el pago de la deuda. Planteamos la anulación de la ley que autoriza la venta de las tierras que traspasó la Nación y su utilización para las necesidades de espacios verdes, viviendas populares, urbanización de villas y construcción de escuelas que necesitan los trabajadores. Acompañamos la movilización de enfermeras y residentes y concurrentes que pelean por terminar con la superexplotación que padecen. Desasbestización inmediata del subte, fuera Metrovías y los funcionarios cómplices de la contaminación. Apoyamos el paro docente, por un salario mínimo igual a la canasta familiar y cláusulas gatillo para no perder frente a la inflación para todos los municipales. Desarrollemos una movilización política, en las calles y en la Legislatura para conquistar todas las reivindicaciones.