Políticas

29/12/1994|435

“Las AFJP se quedan con la salud pública”

Reportaje de Mario

El PO está desarrollando una campaña contra el plan de privatización (destrucción) de la salud pública. Como un aspecto de ella encaramos la lucha contra el “hospital de autogestión”, que consiste en arancelar los servicios hospitalarios, privatizar los sectores más “eficientes” e incorporar el hospital público a la red privada de futuras “administradoras de salud”.

 

Entrevistamos al Dr. JOSE MEGNA, médico de la Maternidad Sarda de la Municipalidad de Buenos Aires.

 

PO: ¿Cuál es tu opinión sobre la “autoges­tión hospitalaria”?

 

JM: Para ubicar el tema de la “autogestión” tenemos que consideraren primer lugar que ha cambiado el modelo que dirige la salud. Tene­mos un modelo “nuevo”, diría yo, dirigido por las AFJP, los grandes bancos, por las grandes corporaciones financieras, bajo el disfraz de la autogestión hospitalaria, que se resume en que el pobre, el carenciado, el trabajador, va a tener chances cada vez menores de insertarse en una adecuada prestación.

 

PO: Esto no coincide con la posición de la Asociación de Médicos Municipales.

 

JM: La Asociación, sin ir en desmedro de las posiciones que pueden emitir algunos de sus militantes, cumple un rol lamentablemente complementario al modelo menemista de la salud. El modelo del hospital público “Carri­llo” ya no existe, cada vez son menos las chances de los calendados de recibir una atención medianamente correcta. La Asocia­ción no denuncia esta situación con total cla­ridad. Vos tenes que los hospitales están pla­gados de servicios arancelados, de lugares donde se otorgan “certificados de pobreza”. No denuncia que los sectores privados están haciendo uso de servicios hospitalarios, de patrimonio público. De este modo, los restos del hospital público tratan de ser defendidos dentro de un marco regido por las AFJP. Entonces, entiendo que la Asociación se ubica dentro de una gestión de complementariedad política con el nuevo modelo. No busca alter­nativas.

 

PO: ¿Y las movilizaciones?

 

JM: Son movilizaciones que se formulan bajo un planteo genérico, abstracto, de “defensa del hospital público”, sin denunciar concreta­mente, como dije, los intereses privados que se mueven detrás del “modelo”. Tampoco se formula un plan sostenido de lucha. Días pasa­dos escuché al Dr. Visillac, por quien siento el mayor respeto personal, que decía (creo que en La Red): sería bueno dejar las cosas como están hasta que se nombren las nue­vas autoridades de la Capital”. Pareciera que contemplara la posibilidad de que gane las elecciones el Dr. De la Rúa, para un nuevo enfoque de la situación hospitalaria. Yo creo que el debate de fondo con la Asociación es decir claramente que ni de los radicales ni del PJ se puede esperar una alternativa al tema de la salud, porque ambos coinciden en un Segu­ro para la Salud con una “cápita para pobres”.

 

PO: ¿Y el Frente Grande?

 

JM: No, tampoco es una alternativa; coinciden ellos también, junto a los socialistas, con el Seguro de Salud que, como lo definí, es la forma en que van a ser privatizados los hospi­tales.

 

PO: ¿Cómo plantearías la lucha?

 

JM: Yo creo que en lo coyuntural se debe definir un programa político en el cual los trabajadores tengan la posibilidad cierta de establecer el derecho a la salud como un recla­mo objetivo. Considero que el funcionamien­to de la salud debe ser público, manejarse con un gran presupuesto estatal y que los trabaja­dores, la comunidad, los trabajadores de los hospitales, debieran tener la posibilidad de controlarlo en sus fundones y en sus fondos. Pero para serte sincero, creo que sólo constru­yendo una instancia socialista de desarrollo político, los trabajadores tendrán acceso a la salud.

 

PO: Tu respuesta nos introduce en la propues­ta del PO de construir un Frente de Izquierda para superar la crisis de dirección de los trabajadores.

 

JM: No tengo una opinión definitiva y me gustaría pensarlo. En este momento, y desde mi experiencia personal, me siento un poco en crisis con todo lo que sea electoral. Me preocu­pa que organizaciones políticas de izquierda, a veces bien intencionadas, sean ganadas a la defensa de la democracia burguesa, que se envenenen de democratísimo.

 

Coincido en que el rol de los partidos obreros sea el de impulsar un gran debate postulando sus candidaturas con una perspec­tiva obrera, trabajadora, etc.; pero no tengo claridad suficiente para definirte en términos estrictos esa participación.

 

PO: ¿Cuál ha sido tu experiencia política?

 

JM: He sido militante de izquierda. En los últimos años estuve en el Mas. Hace cinco años que no lo hago.

 

PO: En una Conferencia de Izquierda, ¿estás dispuesto a continuar el debate sobre esta cuestión?

 

JM: Sí, estoy de acuerdo.