Políticas

16/6/2020

Las burocracias de ATE y Suteba apoyan subsidio millonario a capitalistas de la salud

Kirchneristas al rescate de las clínicas privadas en la Provincia de Buenos Aires, a costa de la obra social IOMA.

“Desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de la Provincia de Buenos Aires entendemos que el sector privado de salud, del cual hemos sido críticos en su rol de prestadores de nuestra Obra Social, tiene que ser asistido por el Estado en el marco de la pandemia del coronavirus (…) este proceso debe seguir siendo sostenido desde el Estado nacional y provincial con fondos de rentas generales”


Estas palabras pertenecen a un comunicado de la seccional bonaerense de la gremial estatal, dirigida por la oficialista Lista Verde, que pretende ser una respuesta al programa de “Sustentabilidad del Sistema Sanatorial” para subsidiar a las clínicas privadas por 410 millones de pesos mensuales con recursos del Ioma (la obra social de los estatales y docentes bonaerenses).


El programa fue lanzado el jueves pasado por el gobernador Axel Kicillof y su ministro de Salud Daniel Gollán, como parte de un acuerdo entre el Ioma y las dos cámaras patronales que agrupan a los 190 centros de salud privados de la provincia. La posición de ATE llega tardíamente y con disimulo, para traficar una propuesta que es otra cara de la misma moneda. Las direcciones de ATE provincia y de la CTA Godoy cuestionan los préstamos sin intereses y a 12 meses del IOMA a las privadas, a la par que avalan el rescate directo a los capitalistas de la salud con los fondos del Estado bonaerense y la garantía del gobierno nacional. Como es el propio Kicillof quien justifica el rescate en la necesidad de evitar una supuesta quiebra de las clínicas, lo que propone ATE es ni más ni menos que la estatización de las pérdidas privadas (de dudoso reintegro), con un costo oneroso para el Estado de 410 millones de pesos al mes.


Si el anuncio de Kicillof conduce a un mayor desfinanciamiento de la obra social, la “propuesta alternativa” de ATE le carga las pérdidas supuestas o reales y el pago de los salarios a las cuentas en rojo de la provincia. En síntesis, ATE imposta una defensa del Ioma que no es tal, mientras le da vía libre a una hipoteca mayor de la provincia quebrada por el pago de la deuda externa fraudulenta -algo que se reforzará con el pedido de nueva deuda que el gobernador enviará a la Legislatura, por un monto equivalente al presupuesto de Salud de 2019. ATE y todas las burocracias sindicales alineadas con el kirchnerismo le han dado el apoyo a esta reestructuración lesiva de la deuda, que reconoce el 97% del capital e intereses leoninos.


En el comunicado que lleva como título “respecto al Ioma y el auxilio al sector privado de salud”, ATE provincia da su consentimiento al rescate de las patronales con los mismos argumentos amañados de Kicillof, para quien “no deben perderse camas” y hay que “garantizar los salarios”. Como denunciamos en Prensa Obrera, tanto el gobernador como Alberto Fernández rechazaron en plena pandemia y con el pico de contagios en desarrollo en la provincia y el Área Metropolitana la centralización del sistema de salud bajo la dirección del Estado. Se sabotea desde el propio gobierno la unificación de todos los recursos sanitarios, personal de salud, utilización de camas de terapia e internación e insumos en un plan integral y único de salud. Colocar el rescate como condición para no “perder las camas” es ceder al chantaje de los capitalistas, que tiene a la salud de los bonaerenses como rehén.


Lo mismo ocurre con las otras amenazas de los empresarios, cuando lo que corresponde es abrir los libros, investigar las cuentas y obligar a las patronales a ejecutar el pago de los salarios de quienes son considerados trabajadores esenciales, porque están en la primera línea de lucha contra el virus. A la falta de elementos de bioseguridad que llevó a una explosión de contagios en hospitales y clínicas, se suma la extorsión del no pago de los salarios de los días ya trabajados.


Para el relato nacional y popular de Kicillof y de ATE, se trata de rescatar a los “pequeños propietarios familiares” de las clínicas -una suerte de “pymes desvalidas”. Una completa impostura, porque varias de estas clínicas, y las principales y más grandes en La Plata, son propiedad de los mismos dueños que han tenido ganancias extraordinarias monopolizando la atención sanitaria y sus vínculos y negociados con el Ioma bajo Scioli y Vidal. ATE tampoco critica el incremento del 7% retroactivo a marzo de las prestaciones que pagarán los propios pacientes de sus bolsillos. Bajo el eufemismo de las “rentas generales” (ATE) o del “ahorro propio del Ioma” (Kicillof) ocultan que serán los dos millones de afiliados a la obra social los que van a subsidiar en uno u en otro caso a los privados.


Sugestivamente, la dirección del Ioma reivindicó la “capitación” que rige en el Pami, donde los prestadores cobran por la cantidad de afiliados sean estos atendidos o no. Este sistema tuvo su origen en el menemismo, salió de escena y luego fue repuesto por Macri, y alienta el negocio tramposo de la “sub prestación”, lo que ha dado lugar a múltiples reclamos de los afiliados al Pami por faltante de camas de internación o imposibilidad de acceder a distintos servicios. Que la presidencia del Ioma alabe la “capitación” de esta, preanuncia que el vaciamiento en tiempos de Kicillof continuará cargándole la crisis y el ajuste de las prestaciones a los afiliados.


La salida que contrapone ATE Provincia tiene muchos puntos de contacto con la demagogia derechista de Juntos por el Cambio, que también manipula el “carácter deficitario” del Ioma para cuestionar que sea la obra social la que preste y subsidie a los privados. Como sucede con el Instituto de Previsión Social (IPS), no hay déficit del Ioma sino saqueo a manos llenas y sobreprecios. Mientras Juntos por el Cambio apuntala el rescate de las clínicas privadas “para que no quiebren”, abre el paraguas y pone condicionamientos legislativos para trabar todo intento del Ioma por quedarse con las clínicas privadas que “no puedan devolver los préstamos”. Lo que Cambiemos quiere es un cheque en blanco para los capitalistas de la salud que salga de las arcas del Ioma, sin tentaciones “expropiatorias”.


Un párrafo aparte merece la dirección de la gremial docente bonaarense Suteba, su secretario general Roberto Baradel y la “CTA” de Hugo Yasky, diputado del Frente de Todos, que no abrieron la boca para denunciar este liberalísimo paquete de salvataje a las privadas de la salud. Siendo que Suteba tiene veedores en el Ioma, el silencio es sinónimo de complicidad y de convalidación del golpe a los salarios de los trabajadores (aumento de las prestaciones).


Las burocracias del Suteba y de ATE Provincia han dado el visto bueno a este rescate ruinoso. Somos los trabajadores y el movimiento sindical combativo los que tenemos que dar una respuesta al vaciamiento. La concentración frente a la gobernación platense, que es parte de la Jornada Nacional del Sindicalismo Combativo el 16, debe ser el punto de partida de un amplio movimiento en defensa del Ioma, para rechazar el aumento de los montos en las prestaciones y los co-pagos; exigir el pago de las deudas salariales a los monotributistas precarizados que llevan largo tiempo sin cobrar, y por la centralización de todo el sistema sanitario bonaerense, que debe pasar a manos del Estado bajo el control de los trabajadores.