Políticas

3/7/2017

Las ganancias millonarias que deja el tarifazo

En el primer semestre del año, las compañías energéticas se embolsaron ganancias en dólares de arriba del 100%.

@tomaseps


Mientras el conjunto de los trabajadores sufre el acentuado peso del ajuste, los informes del primer semestre del Merval han puesto de manifiesto las extraordinarias ganancias de quienes especulan en suelo local.


 


“Las acciones tuvieron un primer semestre de fiesta”, titula hoy el oficialista La Nación, en relación a las acciones argentinas, que arrojaron ganancias “que orillan el 25% en dólares y el 30% en pesos”.


 


En el caso de las compañías energéticas, la fiesta constituye directamente una orgía, con ganancias que “superaron el 100% en dólares” (ídem). En el caso de empresas como Andes Energía, el lucro medido en pesos es del 239,3%, mientras que Capex, Camuzzi Gas Pampeana y Transportadora de Gas del Norte embolsaron entre 170 y 200%.


 


Los especialistas adjudican el gigantesco negocio de los capitales del rubro al camino de aumento de tarifas implementado por el gobierno –una senda que ya habían comenzado a transitar CFK y Kicillof.


 


Es lo que ha hecho sentir todavía con más fuerza el invierno: según un informe del Centro de Estudios de Servicios Públicos y Privados, los aumentos del gas en relación con la misma temporada del año pasado oscilan para la Capital y la Provincia de Buenos Aires entre el 178% hasta el 325%, mientras que en el caso de las tarifas eléctricas van del 67,6% y el 234%. A su vez, el estudio da cuenta de que gran parte de los incrementos responden a la suba de los cargos fijos –por lo que importa poco ‘cuánto frío’ decidan pasar las familias.


 


Si se toman en cuenta las paritarias que el gobierno viene sellando con la burocracia sindical de numerosos gremios, en torno al 20%, se puede tener una medida del saqueo al bolsillo popular que significan estos tarifazos –que a su turno echan más leña al fuego de la inflación.


 


Las ganancias exorbitantes en el área tampoco han servido para que las energéticas reinviertan en mejorar la infraestructura y los servicios deficitarios, como ponen de manifiesto los apagones en diversos puntos del país (como los sufridos recientemente en el norte de Santa Cruz y el sur de Chubut), por un lado, y por el otro las fortunas que invierte el Estado nacional en la importación de gas –y que representaron para Shell, antes regenteada por el ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren, un negocio extraordinario.


 


Blanco sobre negro queda expuesto el carácter parasitario de las empresas energéticas. La defensa de los intereses de las mayorías trabajadoras plantea la anulación de los tarifazos, el relevamiento del saqueo que han llevado adelante durante estos años y una reorganización de base de la industria energética, mediante su nacionalización bajo control de los trabajadores.