Políticas

26/3/2009|1076

Las Mirtas y las Sofías

No son las primeras, ¿qué hacemos para que sean las últimas?

El brutal asesinato de Mirta Arias y su hija menor de 6 años, Sofía, por parte de su ex pareja ha conmovido a Córdoba.

Todos y cada uno de los asesinatos a mujeres producidos por sus parejas o ex parejas, todos, tienen un historial -no son hechos súbitos.

Hay una política deliberada de vaciamiento de  las entidades creadas para apoyar a las mujeres víctimas de violencia, que además se la entregan a los punteros del gobernante de turno. En su momento, el manejo lo tuvo la ex mujer de De la Sota, Riutort; ahora, se lo pasaron a otra puntera, Ruiz.

La ley de violencia familiar no tiene real aplicación para las mujeres, que terminan siendo persuadidas de “perdonar” y hacer conciliaciones.

La ley sí tiene aplicación cuando se trata de arrancar los niños a las mamás pobres, sin aportar solución real y para engrosar el negocio de la curia y las ONGs que viven de los presupuestos para niños institucionalizados.

No está previsto el control de exclusión del hogar ni castigos para quien la viole. En esa instancia se dan muchos de los crímenes. Estos delitos crecen de manera alarmante en medio de crisis económicas.

Planteamos más claramente que nunca la necesidad de organizar la lucha contra la violencia hacia la mujer y contra el amparo institucional.

Queremos que la justicia y el gobierno dejen de llenarse la boca con los nombres de las  Mirtas y las Sofías.

Doris Barjacoba