-Es la primera vez que una mujer ocupa la banca de senador por capital, ¿fue difícil este triunfo?

-Esta candidatura era la más difícil ya que implicaba ganar la elección, pero esto se logró porque se ha desarrollado una corriente popular a favor del voto al Partido Obrero, los trabajadores decían en forma colectiva, "votamos". El resultado se traduce en una alegría que vemos en las calles;los salteños probaron que es posible vencer a los aparatos. Creo que hay dos factores importantes, además de la crisis de los partidos tradicionales y del ajuste que los salteños soportamos: una es que votaron a una mujer que es una activista política de los derechos de las mujeres y de la lucha contra la impunidad y, segundo, que también hay un balance de las bancadas del Partido Obrero, que estuvieron siempre del lado de los explotados y defendimos en todo momento una autonomía del Estado y un programa. Es cierto, soy la primera senadora por capital, he notado en las calles que las mujeres son las más entusiastas cuando me saludan, porque se ven referenciadas.

-¿Qué características tiene el Senado provincial?

-El Senado salteño está compuesto por 23 representantes de los departamentos, con independencia del tamaño del padrón electoral. No es una representación popular sino de los aparatos. Parece una composición federativa pero es un aparato de control de la elaboración de las leyes por parte de políticos que representan a grupos de presión. Uno de esos es la patronal del campo, tabacaleros, sojeros y de las grandes empresas como el Tabacal, que imponen a toda la provincia las peores condiciones de explotación capitalista. Nunca esta cámara recogió un pronunciamiento en regla contra el trabajo infantil ni contra las condiciones de trabajo infrahumano que se sufre en el campo. El senador por capital complementa la representación de los negocios que se desarrollan en la ciudad. Hasta ahora, claro. A la par de esto otro poderoso lobby es el de la Justicia. El senado discute el pliego de jueces y fiscales, y allí se negocia la impunidad de los grandes delitos económicos de los poderosos o en los que está involucrado el Estado. La demanda de justicia por parte de la población queda relegada a lo que decidan estas camarillas, donde prima la protección de intereses ajenos a la población. Por este motivo, el Senado desde siempre fue la expresión de la oligarquía salteña más conservadora. Haber ganado la banca por capital tiene una importancia política crucial, porque por primera vez va a existir una expresión de los intereses populares, que va a desenmascarar esa dominación patronal.

-¿Cómo va a desarrollar su programa?

-En primer lugar, que la población conozca lo que verdaderamente sucede en el Senado; vamos a hurgar hasta el final todos los procedimientos de designación de los jueces y fiscales. Para ello nos vamos a apoyar en las organizaciones independientes del Estado, como la comisión de familiares contra la impunidad, que viene marchando desde hace dos años todos los viernes en la plaza central; así también lo haremos con nuestros proyectos, ya que apuntan justamente contra los intereses de los especuladores inmobiliarios que lucran con la tierra, o sea que nuestra bancada va a ser un instrumento de organización para los trabajadores.