Políticas

20/7/2006|955

“Las pasteras son legales; los cortes de ruta, no”

"Debemos acatar", según el gobierno

Con el pronunciamiento de la Corte Internacional de La Haya, los monopolios pasteros cuentan con el apoyo del “derecho internacional”.


La Haya no sólo negó cualquier peligro “inminente” de deterioro ambiental; también se ocupó de precisar que tampoco sería “irreparable”.


La Corte , además, otorgó una especie de certificado de impunidad a los empresarios de la polución ambiental, al transferir la “responsabilidad” a Uruguay.


El “fallo” patronal de la Corte fue festejado el vienes pasado con una suba inédita en las bolsas europeas de los acciones Botnia y Ence.


Entre toga y toga, lo que quedó en la “ilegalidad” es la protesta popular en la ruta.


“Ya se sabía”


La decisión era previsible. Estaba “totalmente cantada” la “inviabilidad” del reclamo de que se “paralicen las obras”, dice el kirchnerista Página/12 (14/7).


El gobierno que sabía todo esto de antemano, ahora finge que “no todo esta perdido”.


El gobierno “siempre pensó en la denuncia ante La Haya como una herramienta para contener la furia de los entrerrianos mientras buscaba sacar del pantano los negociaciones (…) nadie en el oficialismo hubiera apostado a que el tribunal fuese a conceder la medida cautelar para frenar las obras. Kirchner aceptó exponerse a un fracaso internacional” (La Nación, 14/7).


De La Haya a Washington


Ahora el gobierno anunció que “aspira a que el sistema financiero internacional se abstenga de invertir en industria contaminante” con lo cual pasaríamos de la dependencia de la “Corte” a la de los funcionarios del Banco Mundial.


Los pasteros argentinos que integran la Asociación Forestal Argentina (Afoa) dieron su respaldo a La Haya: “Pensamos que las fábricas sí deben instalarse y después debemos controlar el funcionamiento con una comisión binacional”. Esa es precisamente la línea de la Corte. En Afoa militan las grandes productoras de pasta nativas que envenenan el río Paraná. En la Afoa, como en la cámara de los envenenadores de la producción minera o en la asociación patronal de los depredadores de la industria petrolera, se encuentra la flor y nata de los intereses que defiende el gobierno.


La “preocupación clave” del oficialismo fue evitar que se vuelva a los cortes de ruta. La asamblea de Gualeguaychú respondió con una marcha masiva, con 10.000 personas sobre la ruta 14, negándose a aceptar la concurrencia a la Cancillería en la Capital.


La abogada Picolotti, histórica participante en la Asamblea ahora devenida en funcionaria, hizo lo imposible para convencer a sus integrantes sobre los “perjuicios” que implicaría volver a la ruta. Y se retiró cuando las cosas comenzaron a ponerse un poco “agresivas”, según el enviado de La Nación.


“Esto recién empieza”. El próximo round será este viernes con la movilización llamada por Gualeguaychú hacia Córdoba, a la cumbre de los presidentes.