Políticas

13/10/2011|1198

¿Libertad a Pedraza?

“Pedraza es un preso político. Para mí no mandó a matar a nadie. La Justicia tiene que juzgar a quien disparó y mató a ese chico. Pero no creo ni loco que Pedraza participó de eso. Creo que Moyano se tendría que haber solidarizado también con Zanola, con Pedraza y también con este chico Sobrero, como lo hizo” (Perfil, 8/10). Las palabras pertenecen a Lescano, de Luz y Fuerza, quien agrega que “hay animosidad en el proceso hacia las más de 40 obras sociales allanadas”.

En realidad, Moyano siguió esta línea de los “gordos” al plantear que se “discrimina” a los sindicalistas en general, metiendo en la misma bolsa a los Zanola y a los delegados de base perseguidos como Sobrero, el petrolero Oñate, hoy preso, los compañeros de la 60 y tantos otros.

El aporte de Lescano es que expresa abiertamente algo que la CGT oficialmente no se animó a plantear -salvo en el caso de Venegas, por quien la Central reclamó la libertad. El lucifuercista coloca la libertad de Pedraza como una bandera política, justo cuando el diálogo entre los gordos y el gobierno se hace cada vez más fluido. El propio Lescano, en el mismo reportaje de Perfil, señala la responsabilidad “de algún funcionario para demonizar a algún dirigente, pero no creo que la Justicia o el gobierno persigan al movimiento obrero”.

Toda una línea política que converge con el gobierno de Cristina, porque, contra viento y marea, ésta ha mantenido en la Subsecretaría de Transporte Ferroviario a Guillermo Antonio Luna -integrante de directorio de empresas tercerizadas ferroviarias, hombre de La Fraternidad, socio de Pedraza y compañero de directiva del buchón de la dictadura Julio Adolfo Sosa.

El planteo de Lescano adelanta una línea política antes del aniversario del crimen de Mariano en el que nos movilizaremos -y, por sobre todo, una línea post 23 de octubre, cuando faltarán cinco meses para el juicio oral y público de Pedraza y los otros nueve presos.

Las distintas alas de la burocracia sindical se mueven por una “unidad del movimiento obrero” en la que, como mínimo, los gordos, el barrionuevismo, Venegas, la Unión Ferroviaria, La Fraternidad y Fernández de la UTA (quien ya se pronunció oportunamente) plantean la libertad de Pedraza, ciñiendo la cosa a los “autores materiales”.

La Presidenta apuntó allí, cuando en la entrevista con la familia de Mariano la emprendió temerariamente contra el Partido Obrero: “Cómo no van a saber quién apretó el gatillo”.

La burocracia sindical, en la que se apoya el gobierno kirchnerista, busca salvar un régimen entero en los sindicatos, que sería golpeado con la condena de Pedraza. La sentencia no está escrita: será la lucha política y la movilización popular la que derrote este operativo por la libertad de Pedraza y vaya, además, por la condena a los responsables policiales y políticos de la zona liberada y al compromiso patronal con la patota.