Políticas

28/6/2007|998

Lo “ideal” para la realidad de YCRT

El pasado 14 de junio se realizó una charla en la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, al cumplirse tres años de la muerte de los 14 mineros de Río Turbio. Como panelistas, estuvieron una profesora de Historia, el abogado patrocinante de tres familias de los mineros, Dino Zaffrani, y los representantes de la Lista Negra de ATE, Raúl Wanzo y Luis González.


Los panelistas hicieron un recorrido por la historia de la mina y los últimos años de vaciamiento por parte de Taselli, y una crítica a los años posteriores de intervención tanto de Arnold, ex vice de Kirchner en la provincia, hoy en la oposición; y de Peralta, virtual interventor de la provincia. Con el quite de la concesión a Taselli se vino en la empresa una gran cantidad de inversiones, aunque muchas de ellas fueron para calmar los ánimos en la mina y ocultar de esa manera la complicidad del poder político con el vaciador Taselli. Con esos fondos se compró en algunos casos maquinaria obsoleta. Los trabajadores denunciaron que aun en tiempos de la intervención de Peralta siguieron sucediendo accidentes.


Desde el público se preguntó a los panelistas cuál era para ellos la salida para la mina, a la luz del fracaso de la privatización, así como de la intervención estatal. Wanzo (MIC) recogió el guante y respondió que lo “ideal” era terminar con el sistema capitalista, pero que existía la “realidad” (sic). Eludió la pregunta hasta que otro participante le preguntó si no era posible la gestión obrera de la mina, tomando como ejemplo el caso Zanón. Esta vez, se vio obligado a clarificar su posición: la gestión obrera en este caso no sería posible, ya que los trabajadores “hoy no están lo suficientemente capacitados”, fruto de años del ya denunciado vaciamiento. El argumento es completamente caprichoso, porque el vaciamiento es la prueba de la incapacidad, no de los obreros, sino de la gestión patronal y del Estado.


Toda la acción del gobierno está direccionada a recomponer YCRT, a través de grandes subsidios y la construcción de la megausina, para ser entregada nuevamente a algún otro vaciador. (Entre la lista de los que se presentaron a la licitación de la megausina se encuentra Roggio). Este recorrido vaciador es el mejor argumento que la “realidad” nos ofrece para defender la gestión obrera ante las variantes capitalistas, ya sean estatales o privadas.


Ante este cuadro de nueva entrega, tenemos que abrir el debate acerca de la necesidad del control de los subsidios por parte de los trabajadores, que se abran los libros, por un directorio con mayoría de los trabajadores electos en asamblea general, la gestión obrera. Este es el mejor homenaje para los 14 mineros y los más de cien compañeros que murieron en accidentes en la mina en los últimos 60 años, por culpa de la voracidad patronal.