Políticas

15/8/2019|1560

Lo que dejaron las elecciones

Las tareas de cara a octubre consisten en profundizar la pelea contra todo el régimen del FMI.

Las Paso en Tucumán estuvieron signadas por una caracterización que el Partido Obrero ya había realizado durante las elecciones provinciales: que estábamos frente a una corriente nacional para sacarse de encima a Macri, que se manifestaba con fuerza en la provincia. El “fuera Macri” se traducía rápidamente en “hola Manzur, hola Cristina”.


El escrutinio provisorio muestra que los resultados de las elecciones provinciales se profundizaron. La lista de Fernández-Fernández sacó casi 10 puntos más en esta elección que los obtenidos por Juan Luis Manzur hace dos meses, pasando del 49% de los votos al 59%. Cambiemos aumentó 5 puntos con respecto a la provincial y está rozando el 25%, mientras que el bussismo perdió en una descolorida campaña la mitad de sus votos, varios de los cuales fueron a parar a las listas macristas. Con estos números el gobierno provincial conquistaría cuatro de los cinco diputados nacionales en juego y quedaría solo uno para Cambiemos.


El Frente de Izquierda-Unidad pasó de obtener el 0,9% en las provinciales (sin el aporte entonces del MST) a sacar el 1,6% en la categoría de presidente y el 2,14% en la de diputados; los resultados nos dejaron en el quinto lugar de la grilla general. Si se los compara con los de las elecciones de medio término del 2017, cuando obtuvimos el 3,3% en las Paso para la categoría de diputados, se marca un retroceso. En comparación con las de 2015, el retroceso es menor, ya que en ese año obtuvimos en las Paso el 2,04% para presidente y el 2,12% para diputados nacionales.


Las elecciones se desarrollaron en el marco de una fuerte crisis en la provincia que se expresó en una serie de  conflictos de carácter significativo.


Los ingenios provinciales están en su mayoría en una situación delicada; las patronales cantaron a los cuatro vientos que la política macrista con respecto al bioetanol de caña de azúcar era perjudicial para sus intereses, y reclamaron (con  Manzur a la cabeza) un aumento de precios inmediato. Dos de los quince ingenios de la provincia no molieron este año y varios ya anticipan una zafra corta. La lucha del  ingenio Santa Bárbara se metió en la campaña electoral: las patronales la utilizaron para exigir créditos subsidiados y aumentos de precios, mientras que desde el Partido Obrero le dimos el carácter de denuncia y para organizar a los trabajadores y sus familias para conservar los puestos laborales.


La lucha de los trabajadores de los supermercados Luque también irrumpió en la campaña: cientos de empleados quedaron en la calle tras la fraudulenta quiebra de la firma de unos de los empleadores más ricos de Tucumán. Se tomaron supermercados, se controló el flujo de caja y la mercadería, se cortaron calles y hubo movilizaciones a Plaza Independencia, pero, al igual que lo ocurrido con el Ingenio Santa Bárbara, la burocracia actuó para cerrar el conflicto (al menos temporalmente) y salvar los intereses patronales. La consigna del congreso de bases del movimiento obrero fue nuestro norte en estas luchas. A estos conflictos se sumaron el aumento del precio del pasaje de un destruido sistema de transporte urbano e interurbano, donde no se sabe a dónde van a parar los millonarios subsidios nacionales y provinciales. Nuevos casos de gatillo fácil se sumaron a los cientos ya existentes en una provincia donde la policía ha tomado al pie de la letra la “doctrina Chocobar” llegando al extremo de desalojar por la fuerza una carpa frente a Tribunales que exigía por la resolución de decenas de casos impunes -todo un signo de la descomposición de los aparatos del Estado.


La campaña del Partido Obrero en el FIT-U estuvo aplicada a desarrollar estos conflictos y a reclamar el voto a la fórmula Del Caño-Del Plá y para Ariel Osatinsky a diputado nacional. Participamos en los conflictos con la clara idea de separar a los trabajadores de las fuerzas patronales y con la consigna de que la crisis la paguen los capitalistas. Repartimos miles de manifiestos en puerta de fábrica y en la peatonal, pegatinamos afiches, realizamos un importante acto con más de 350 personas y el día de la elección fiscalizamos con cientos de compañeros en toda la provincia.


Las tareas de cara a octubre consisten en profundizar la pelea contra todo el régimen del FMI, por el aborto legal y todas las reivindicaciones de la mujer, y de la juventud contra la represión, contra la precarización laboral y por todas las reivindicaciones de los trabajadores.