Políticas

4/12/2008|1066

Logros y cuentas pendientes de 25 años de democracia

Escrito en respuesta a una encuesta de la Revista XXIII.

La democracia es un régimen político, no un modo de vida colectivo. En su carácter de tal no ha aportado nada a la construcción democrática o al mejoramiento social. El encarcelamiento de varios represores de la dictadura fue conquistado por la movilización popular, en oposición a la voluntad de los gobiernos de turno. Este régimen sí ha servido para retener la legislación dictada por las dictaduras (la mitad de la vigente); para conservar su aparato judicial, represivo y administrativo; para convalidar sus tratados internacionales; para acentuar la tasa de explotación de la clase obrera y la pobreza; para provocar media docena de bancarrotas económicas y otros tantos rescates en beneficio de los grandes capitales nacionales e internacionales. Y ahora, además, el paco, la efedrina y el narcotráfico.

En esencia, el régimen democrático no vino para hacer tabla rasa con el pasado de opresión e injusticia sino para proceder a su rescate. La mejor prueba de ello es que el poder económico sigue concentrado en los mismos grupos que prosperaron bajo los regímenes dictatoriales. Si se observa la historia moderna (a partir de la revolución inglesa de 1640) se verá que la burguesía nunca aceptó a la democracia oriunda de victorias revolucionarias populares sino cuando el reflujo popular (e incluso grandes derrotas y masacres) le permitió tallar una a su medida.