Políticas

29/11/2012|1250

Los balances del paro nacional

Mirador a la izquierda

“Parazo contra el ajuste K” (Hoy), “Parazo” (El Socialista), “Paró el país entero” (Alternativa Socialista), “Parazo nacional” (La Verdad Obrera): las tapas de los periódicos de izquierda coincidieron en destacar la contundencia de la huelga del pasado 20. A la vez, fue generalizado el relieve que se asignó a los piquetes y cortes de ruta. El PTS, en una breve reseña, recuerda que fue “utilizado por los trabajadores desocupados” durante los gobiernos de Menem y la Alianza -o sea que reivindica el carácter de clase de este movimiento.


El Socialista y La Verdad Obrera destacan el protagonismo de la izquierda (“especialmente el PTS”, un autobombo clásico). El PTS omite un análisis de por qué Kraft no se plegó a la huelga.


En cuanto a las conclusiones políticas, el PCR destaca la unión “con los sectores opositores en lucha de la ciudad y el campo”, a sabiendas que ‘el campo’ solamente aportó la locuacidad de algún dirigente. Presenta a la huelga como una ‘remake’ del lock-out sojero (la “alianza obrero-campesina”). El MST, por su lado, considera que se ha producido una “ruptura política” entre el famoso 54% y el gobierno, aunque no una ruptura clasista. El editorial de Alternativa Socialista no se desmarca del FAP, como ocurría en las ediciones anteriores, y concluye proponiendo una alternativa “amplia”. Hoy, tal vez, aporta claridad cuando promociona al “frente constituido en Río Negro por el Partido Socialista, el GEN, Unidad Popular, Libres del Sur, Proyecto Sur, el PTP y el PCR”. O sea que PCR, MST y Libres del Sur pueden ser la “pata izquierda” del FAP sin solución de continuidad. Cuando Tumini saluda la huelga del 20 desde la tribuna del FAP, olvida que los docentes santafesinos pararon contra el ajuste del FAP en esa provincia.


La autodenominada “izquierda independiente” no tuvo una posición homogénea frente al paro. El Frente Darío Santillán emitió un comunicado de apoyo a último momento. Algo similar hizo Marea Popular, una reciente fusión entre La Mella, Rebelión (ex PC) y Socialismo Libertario. Sin embargo, la participación de dichas corrientes en el paro fue deliberadamente reducida: al corte de la Fuba asistieron con una pequeñísima delegación. El sábado 24, un foro de la Compa (que dice representar a la mayor parte de esta izquierda) reunió a quienes pararon con personajes que trabajaron activamente contra el paro -como Pianelli, del sindicato del Subte. Este último realizó una actividad con Tomada en la víspera del 20 de noviembre.


En efecto, se desarrolla una tendencia de ruptura política de un vasto sector de trabajadores con el precario nacionalismo K. El PTS dice que “ahora es el turno de los bombos y no de las cacerolas”; bien entendido, esto significa que los huelguistas tendrían que salir a pelear contra los caceroleros. Más revolucionario sería aprovechar un ascenso obrero para producir una delimitación entre los caceroleros, con el objetivo de ligar a sus sectores más golpeados con la clase obrera. Mientras Izquierda Socialista reclama una delimitación de la “oposición patronal” -desde De la Sota hasta Binner, quienes aplican “ajustes e impuestazos”- y reforzar “la unidad de la izquierda vía el FIT, contra toda variante patronal”, el “Pollo” Sobrero concurrió al acto político del FAP el sábado 24, en Costa Salguero. El PTS menciona al Frente de Izquierda como un “punto de apoyo para pelear en el terreno electoral”, pero critica nuestra iniciativa de largar esa campaña ya mismo.


El PCR resalta la presencia de la FUA en la huelga, que fue de la boca para afuera y con un programa capitalista. La Fuba protagonizó uno de los principales cortes de la jornada, junto a la AGD (el sindicato docente de la UBA) y centros de estudiantes de todos los niveles.