Políticas

10/5/2007|991

Los coimeros reprimen en Santa Cruz

Todas las pruebas del ‘caso’ Skanska apuntan a un lugar especialmente: al Ministerio de Planificación que maneja Julio De Vido.


O sea, el gobierno nacional con todo su gabinete.


Para el gobierno, por su lado, los coimeros son ‘privados’: Skanska y Techint.


Para Alberto Fernández y para Bonasso, es Telerman, al que le tocó heredar las cuentas de Aníbal Ibarra.


En este retrato falta solamente Macri, pero para encuadrarlo ya conocemos el sistema de pases que denunció el ‘Chelo’ Delgado o los negocios con su ‘papá’.


Este es el elenco de los autores, cómplices y alcahuetes de la represión contra los docentes y el pueblo de Santa Cruz.


No solamente esto: el país asistió atónito al espectáculo de un Presidente que se escudó detrás de su propia madre para disimular los delitos de lesa libertad que estaba cometiendo él en su propia provincia.


Entre el régimen coimero y la represión a trabajadores que claman por un salario, el vínculo es claro.


La rebelión popular amenaza las ganancias de la ‘patria contratista’ organizada en fideicomisos bajo la tutela de los funcionarios del Estado.


Es por eso que en la Patagonia resuena cada vez más fuerte la consigna “que se vayan todos”.


Para acabar con la corrupción tenemos que hacer fuerza para que el pueblo de Santa Cruz y sus trabajadores le ganen la batalla a Kirchner, a su Sancho y a su gendarmería.


Kirchner-Filmus-Sancho no vacilan en recurrir a los métodos del neuquino Sobisch.


Los alcahuetes como Yasky, Moyano o D’Elía miran para otro lado.


La CGT y la CTA no dicen ni ‘Mu’.


El ‘fiscal’ Aníbal Ibarra, responsable político de la masacre de Cromañón, ni se da por enterado.


La amiga de Telerman, Carrió, sigue pregonando el ‘contrato moral’ de la mano de Patricia Bullrich, la amiga de Santibáñez y ‘Antonito’ de la Rúa —los de la Banelco al Senado.


De nuevo, para acabar con la corrupción luchemos por una huelga de solidaridad con el pueblo de Santa Cruz.


De nuevo, contra la corrupción tenemos que votar contra los corruptos y sus cómplices políticos, el 3 de junio, en la Ciudad de Buenos Aires y en Neuquén.