Políticas

20/9/2017

Los ejes del relanzamiento en la provincia de Buenos Aires

Conclusiones de las recorridas por San Martín, Tandil, Ayacucho y Pilar.


La gira por Tandil y Ayacucho fue muy positiva como impacto electoral y como reagrupamiento partidario para encarar octubre. Por distintos motivos son dos distritos que nos importan mucho, Tandil es una gran ciudad con tradición obrera y del partido, y en Ayacucho alcanzamos el 5,34% en las PASO. En ambos casos hay un gran desafío.


 


Las actividades confirmaron un desarrollo del PO y del FIT porque congregaron núcleos de simpatizantes y personas convocadas a las actividades, incluso por los medios, ampliamente superiores a la militancia organizada. Lo cual, de movida, abre las puertas para que hacia octubre se vuelquen nuevos sectores a la campaña electoral, a la fiscalización y a término a la militancia abriendo nuevos frentes de desarrollo.


 


Resultó notable también el impacto positivo del contacto en barrios y lugares céntricos en los que desenvolvemos la campaña, lo que ya había ocurrido recientemente en la peatonal de San Martín, donde realizamos una exitosa actividad. Quienes nos han votado marcan la voluntad de volver a hacerlo y la concentración de listas brinda la posibilidad de un salto en octubre. No sólo por la concentración del voto de izquierda  sino porque la crisis política brinda nuevas oportunidades. Por el papel que cumplimos en las luchas obreras, Cresta Roja, Conicet, Pepsico, Mascardi y tantas otras o por la gran movilización popular por la aparición con vida de Santiago Maldonado que nos tiene en primera fila. Pero también por la clara inclinación pejotista de Cristina Kirchner que incluye a los Daer, es decir a la burocracia sindical del Triunvirato que traiciona todas las luchas del movimiento obrero y ha acompañado el ajuste macrista. Las experiencias llaman a volcar al conjunto del Partido Obrero al casa por casa y fábrica por fábrica, y en general a las calles.


 


El secreto del progreso en octubre es la lucha contra la ofensiva contra los trabajadores en absoluta delimitación de las distintas alas del PJ y especialmente de la demagogia cristinista que plantea un discurso antiajuste vacío, sin fijar las reivindicaciones cruciales: la defensa incondicional de los convenios colectivos y un salario equivalente a la canasta familiar, contra la Reforma Laboral reaccionaria, que se pretende canjear con la burocracia sindical a cambio de mantener el “modelo sindical” del unicato.


 


Hay que hacer notar que la burocracia sindical levantó toda medida de lucha para “votar contra el ajuste”, estrategia que comparten Cristina, Massa y Randazzo, lo cual equivale a aislar las actuales luchas, que no esperan, y confiar en los legisladores que le han votado a Macri y a Vidal todas las leyes y DNU de endeudamiento y ajuste. Pero resulta que la CGT no esperó a octubre para sentarse con Triaca a negociar la Reforma Laboral, en las narices de todas las fuerzas políticas que no abren la boca. Cristina en primer lugar. Por lo tanto su planteo contra el GRAN ajuste es puro verso. Como ella misma lo ha confesado no sacará los pies del plato del PJ, lo que significa que su política frente a las reformas laboral, jubilatoria e impositiva estará sujeta al accionar de los gobernadores y sus cajas y de la burocracia sindical y las suyas. Cristina ha dado garantías a la clase capitalista de someterse a la “unidad del peronismo”, cuando el eje de toda la clase capitalista es la no vuelta atrás. Por lo tanto sus diatribas demagógicas son pólvora mojada si queremos enfrentar la ofensiva contra los trabajadores.


 


Luego, la demagogia kirchnerista en torno a Santiago Maldonado se diluyó cuando el 18 de setiembre, a 11 años de la desaparición de J.J. López no apareció ninguno de ellos entre los miles y miles de manifestantes, como tampoco aparecieron las organizaciones de DDHH cooptadas a la movilización a Plaza de Mayo. La lucha por la aparición con vida de ambos es una misma, porque el Estado es responsable. Por otro lado iremos con todo al debate contra la posición de Cristina de que el problema no es la Gendarmería sino su conducción política, cuando bajo el mando de Berni, con esta misma Gendarmería, reprimían los conflictos obreros y hacían el Proyecto X.


 


Recorrer casa por casa y fábrica por fábrica


 


Abordamos el tema del voto de la izquierda, llamando a los votantes de Patria Grande a romper en Tandil con esta lista local que es colectora de Cristina y sus barones del PJ. En Ayacucho hicimos lo mismo con la lista socialista, cuyo titular renunció tras el fracaso en las PASO del frente que encabezaron De Gennaro y Troiani. Para consagrar legisladores y concejales de la izquierda hay que votar el Frente de Izquierda.


 


En ambas localidades abordamos el tema inundaciones porque la responsabilidad de Scioli y el kirchnerismo y los anteriores gobiernos del PJ en la mora de la obra hídrica rural y urbana en la Provincia no absuelve a Vidal y al macrismo que van a cumplir dos años y no avanzaron un metro en la cuarta etapa del Plan Maestro del Río Salado, en el que sólo muestran una modesta inversión futura y que estará sujeta a los negociados de la patria contratista como ha sido hasta el presente. La realidad es que éste, como en los demás rubros de obras costosas y de largo alcance ha primado el ajuste.


 


En la Provincia siguen a todo vapor la especulación inmobiliaria tapando humedales que agravan las inundaciones y se acentúa la sojización mediante siembra directa que según todos los expertos, es uno de los motivos de la baja absorción de los suelos. Por lo tanto las inundaciones son responsabilidad del Estado y de la orientación social de los gobiernos que se han sucedido. Vamos por un plan de obras inmediato y de emergencia, no bien bajen las aguas, bajo control de comisiones de afectados, financiado por un impuesto progresivo a la propiedad terrateniente, a los pooles de siembra, a las cerealeras exportadoras  y a la especulación inmobiliaria urbana."


 


En la asamblea de Ayacucho, asado de por medio, se destacó que la buena votación del FIT, que se reproduce en otros distritos rurales, muestra que un sector de trabajadores rompe con la política patronal. Cambiemos, gobierna para los terratenientes y los pooles  de siembra. La UATRE es cómplice de la superexplotación de los trabajadores rurales. El kirchnerismo en 12 años de gobierno sólo convalidó esta situación, al igual que el esquema sojero de depredación ambiental, laboral y aguda concentración de la tierra.


 


En la reunión hubo un intenso debate para elaborar un programa que de salida a estos graves problemas. Este programa debe basarse en la unidad de los obreros urbanos y rurales. La unidad de todos los trabajadores, para luchar contra la reforma laboral y jubilatoria, en defensa de todos los convenios colectivos y el estatuto docente, por un convenio colectivo rural elaborado por delegados paritarios electos por los propios trabajadores y por una verdadera paritaria única de los obreros municipales de la Provincia. Al mismo tiempo se plantea la defensa de los proyectos cooperativos de desarrollo rural, contra la expulsión campesina y de pequeños chacareros.