Políticas

19/11/2009|1109

Los especuladores evitan el default del kirchnerismo

La enorme mayoría de los pronósticos de los gurúes económicos que pueblan por estos días los diarios, prevé que en 2010 el PIB argentino crecerá entre 2 y 3%. Aseguran, sin embargo, que no habrá inversiones productivas ni incremento del empleo ni expansión del crédito. La clave de la ‘recuperación’, dicen, estará en el ingreso de capital especulativo, la cosecha récord de soja y la demanda de automóviles y otros productos industriales desde Brasil.

Todo indica, entonces, que la salud económica del país está totalmente atada a los vaivenes de la crisis financiera internacional.

Según un especialista, “los mercados financieros de los países en desarrollo crecieron 64% en lo que va del año” porque “la liquidez existente en el mercado (…) es el factor que impulsa el alza de las bolsas” (BAE, 30/9). Producto de este flujo de capital especulativo, las acciones están sobrevaluadas respecto de las ganancias de las empresas y comienza a gestarse una nueva burbuja (ídem).

Los Kirchner decidieron el “acercamiento” a los “bonistas” como último recurso ante la quiebra del Estado. Según Eduardo Curia, un ferviente kirchnerista, el “modelo competitivo productivo” basado en el dólar alto y los salarios bajos es hoy “una colección de fragmentos” y se estaría “en un punto de cruce” tras el cual volverían el déficit fiscal, el re-endeudamiento externo, la revalorización del peso “y así sucesivamente”. Curia observa la tendencia del gobierno a “mutar la sintonía estratégica” (BAE, 1/11).

El ingreso del capital especulativo no va a financiar las necesidades de financiamiento del Estado nacional, que algunos ya cifran en 58.000 millones de pesos (ídem), a lo que hay que sumar otros 10.000 millones de las provincias sólo para cubrir el déficit de este año (La Nación, 2/11), sino a viabilizar un nuevo ciclo de endeudamiento; Boudou ya piensa colocar un bono de 1.000 millones de dólares en los mercados voluntarios. Esto es difícil que ocurra cuando Ausol, Metrogas y TGN se aprestan a declarar el default de su deuda.

Nadie cree en la “reactivación”

Por otro lado, los mismos economistas de la burguesía niegan que el capital especulativo que ingresa en el país vaya hacia la inversión productiva, que este año caerá 14,5% y en 2010 sólo recuperará un anémico 2%, porque la industria puede producir durante 15/18 meses con la capacidad instalada ociosa y porque la demanda será débil y no habrá creación de empleo (Clarín, 25/10). Ni los capitanes de la industria nac & pop ni los administradores de fondos de Wall Street le creen a la ‘reactivación’. Por eso no invierten y la inflación seguirá elevada.

En el caso de la soja, puede suceder una de dos posibilidades negativas: que el precio caiga a menos de 200 dólares la tonelada, producto de las cosechas record en Estados Unidos y Brasil, además de la Argentina (BAE, 24/9); o que la sequía reduzca el volumen de la cosecha, como ya prevén organismos internacionales, que redujeron la cosecha un 3,8%. En Córdoba, la principal provincia sojera del país, aún no empezó la siembra por la falta de lluvias (La Nación, 10/11). Y hay que pasar el verano…

Por último, la carta brasileña de la ‘recuperación’ funcionará en la medida en que el real se mantenga sobrevaluado; es decir, mientras no se aplique el “freno” del que también depende la economía argentina y que hace que la combinación de real sobrevaluado y peso devaluado favorezca el comercio argentino hacia Brasil.

Para escapar del default, el gobierno se embarca en una hipoteca que se cobrará dentro de relativamente poco tiempo.