“Los explotados por Cristina”

Ale (Mar del Plata)

-Exclusivo de internet

Hoy hay más de 100.000 marplatenses que trabajan en negro. Más de 50.000 están desocupados o apenas changuean. El Estado municipal acredita 15.000 familias sin casa.

Luego de una gran lucha de años, de movilizaciones, piquetes, acampes, etcétera, se ha conquistado que unos 1.200 trabajadores, en condiciones precarias, construyan unas 100 viviendas, dos centros comunitarios, obras de agua corriente, cloacas, limpieza de arroyos, techos, plazas, veredas públicas, obras viales, entre otras obras. Para la mayoría de estos trabajadores no hay otra posibilidad de trabajo, por su edad, su salud o su carga familiar. Un gran porcentaje son mujeres solas, jóvenes sin formación laboral o adultos sin posibilidad de acceder a la jubilación.

Todos están agrupados en 42 “cooperativas”, de las cuales unas pocas corresponden a una organización genuina previa: la mayoría fueron armadas al efecto de “lubricar” el aparato de punteros.

La presidenta Cristina Fernández y su gabinete consideran que estos trabajadores no deben cobrar más de 1.300 pesos por mes y no proveen las condiciones para una atención de la salud con una obra social ni una cobertura ante enfermedades o accidentes. Acá no hay convenio ni paritarias.

La canasta familiar hoy se calcula en más de 5.000 pesos y la alimentaria en 2.500.

Es decir, gracias a la política inflacionaria y de congelamiento salarial oficial, estos trabajos, algunos muy calificados, se quieren asimilar cada vez más a los viejos planes sociales.

Todas estas necesidades han motivado, una vez más, nuevas manifestaciones, cortes, acampes y ocupaciones de oficinas públicas para convertir estas necesidades en derechos efectivos.

La última etapa de este plan de lucha fue un fuerte, aguerrido y unitario acampe de tres días frente al municipio, protagonizado por el Polo Obrero, la CCC, Nueva Esperanza, El Porvenir, Los Sin Techo y otros grupos menores, y llamó la atención pública sobre esta grave situación, como hacia tiempo no sucedía. Otras agrupaciones han llevado adelante otras medidas de lucha, aunque evitan la confluencia por falta de perspectiva política o por puro faccionalismo. El Polo Obrero, en la primera fila, batalla porque el movimiento asuma decididamente la lucha por el pase a planta y el trabajo bajo convenio. Un gran cartel en el acampe explicaba que allí estaban “los explotados por Cristina”.

Hasta hoy, no hay ninguna respuesta a los reclamos. El intendente Pulti, a pesar de que se atribuye las obras mencionadas (y se financia con la plata de estos programas), se limita, en el mejor de los casos, a hacer de intermediario ante las autoridades provinciales y nacionales: ni una sola medida suya ha ido a establecer una mejora en las condiciones de trabajo, mucho menos un solo peso del presupuesto comunal dirigido para crear puestos de trabajo genuinos.

Todo el aparato y la voluntad política de Pulti está ocupada en satisfacer los apetitos de las empresas contratistas o los grupos capitalistas que usufructúan la ciudad y sus recursos naturales y humanos. Ahora, también está endeudando a la comuna con el BID y el Banco Mundial, para beneplácito de los especuladores y banqueros. Y utiliza los fondos de la Anses (¡otro mas!).

Todo esto, luego de varios días de tratativas infructuosas, nos lleva a anunciar públicamente que retomaremos el plan de lucha en los próximos días:

-trabajo, viviendas y aumento de salarios para todos;

-planes de viviendas para todos los 15.000 sin techo de Mar del Plata-Batán;

-obras públicas (desagües, cloacas, agua, etc.) imprescindibles en los barrios;

-incorporación de todos los desocupados a las mismas;

-2.500 pesos para todos los precarizados del municipio. A igual trabajo igual salario y condiciones laborales;

-pase a planta de todos los trabajadores tercerizados.