Políticas

7/7/2005|907

Los familiares denuncian Kirchner y a Ibarra

A seis meses de la masacre de Cromañon

Seis meses pasaron desde el 30/12/04 y no hay un solo preso por el asesinato de 194 personas. Ante esta realidad, representantes de siete grupos de familiares, sobrevivientes y amigos se reunieron con el fin de alcanzar un texto común que sintetizara todo lo ocurrido en este tiempo.


El debate puso sobre el tapete la necesidad de que vayan presos los responsables de esta masacre, pero también por qué este objetivo aún está lejos.


La excarcelación de Chabán deja claro un gran encubrimiento del poder político. Este encubrimiento no puede provenir solamente del ibarrismo, que no posee ese poder, sino del PJ y del gobierno nacional.


El documento, en sí, es un gran avance. Denuncia las operatorias del gobierno nacional y del de la Ciudad y emparenta el caso Cromañón con otros resonantes casos de impunidad.


“Queremos a Chabán vivo, y donde tiene que estar: en la cárcel. Su conducta, lo sabemos, excede la culpa para caer en la intencionalidad. Por tanto, la calificación de su delito es sin duda homicidio simple con dolo eventual.”


“Queremos también a Ibarra indagado, juzgado y preso; lo queremos inhabilitado para ejercer cargos públicos de por vida. En la línea de quienes han sido procesados por el juez Lucini, están faltando los responsables máximos de la masacre, es decir Ibarra y sus lugartenientes Marcelo Antuña y Juan Carlos López. Deben responder por homicidios simples ya que su conducta no puede reducirse a la simple negligencia.”


“Repudiamos la operatoria gubernamental de realizar intimidaciones a grupos de padres de La Matanza. En esa misma línea se inscriben declaraciones a los medios por parte del ministro Aníbal Fernández, con amenazas a los estudiantes en lucha por mejores condiciones de estudio en sus escuelas.”


“Debimos discutir con argumentos bien o malintencionados, de quienes dicen que el Gobierno de la Ciudad no puede estar preparado para asumir un desastre semejante, en una ciudad que ha sufrido los atentados de la Embajada de Israel, la Amia y el desastre de Lapa en épocas muy recientes. Debimos recordar que este Jefe de Gobierno está al frente de la Ciudad desde hace seis años, y también cogobernó con el gobierno De la Rúa, de modo que no se puede achacar sus supuestos errores a falta de experiencia.”


“Tuvimos pruebas abundantes, por si no fueran suficientes las que involucraron la atención de nuestros hijos fallecidos, del colapso del sistema de salud en una ciudad que recauda millones de pesos en impuestos, colapso que fuera denunciado por trabajadores de la salud y negado por el Secretario de Salud, Sr. Stern.”


“Asistimos al nombramiento de personajes puestos por acuerdos políticos de cúpulas, para ‘ordenar’ la situación, como Juan José Alvarez, señalado por numerosas organizaciones sociales y políticas como responsable directo de la masacre de Puente Pueyrredón, que cobrara las —qué casualidad— también jóvenes vidas de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el año 2002.”


“Desnudamos la invención de un plebiscito tramposo, que bajo el disfraz ‘mejor Ibarra que Macri’ intentaba la legitimación del accionar irresponsable, corrupto, y en este caso homicida, del Gobierno de la Ciudad. Debemos decir que el plebiscito fracasó, Ibarra debió ‘dejarlo morir’ porque la respuesta de los vecinos fue contundente.”


Esta es la primera vez que se desarrolla un documento con conceptos de tan elevado contenido social y político. Nace de la necesidad de hacer frente a las maniobras políticas del Estado y de sus partidos. Un régimen político al que defienden desde el Partido Socialista (cuyos representantes abrazaron a Ibarra después de la interpelación) pasando por Carrió (cuyos punteros integraron el gobierno de Ibarra hasta días después de la masacre), Macri (que le puso a Ibarra el subsecretario de Seguridad), hasta Kirchner, que eligió el juego del perfil bajo para poder sacar provecho de la masacre, como ocurre hoy con el copamiento del Gobierno de la Ciudad por parte de los amigos de Alberto Fernández.