Políticas

24/4/1997|536

Los fogoneros no están de acuerdo

El domingo 20 se realizó la segunda caravana desde Neuquén en solidaridad con los pueblos de Cutral Co y Plaza Huincul. El motivo convocante era el recital contra la represión y por el juicio y castigo a los asesinos de Teresa Rodríguez, que tuvo lugar en la plaza central de Cutral Co.


Este festival fue organizado por un grupo de docentes de base y fue boicoteado abiertamente por las directivas provincial y seccionales de ATEN. Fue apoyado por la Asamblea Permanente de Apoyo a Cutral Co y Plaza Huincul, y se aprovechó la caravana para juntar y llevar víveres.


El festival fue todo un éxito: aproximadamente 2.000 personas (en su mayoría jóvenes y muchos fogoneros) animaban a los distintos grupos locales y a Los Tintoreros y Actitud María Marta, de Capital Federal.


Entre los fogoneros hay mucha disconformidad con lo actuado por la Comisión de la Torre (la que negoció con los gobiernos provincial y nacional), ya que consideran que realmente sólo se han conseguido parches laborales. Pero, por sobre todo, lo que más se critica es el manejo que se hizo desde esa Comisión con la asamblea popular, que el viernes por la noche levantó el corte de la ruta definitivamente. Esta asamblea, que funcionó con luces de emergencia por un corte en ese horario, fue manipulada desde la Comisión tanto en el manejo del micrófono como en la forma que escamoteó poner a votación la moción de levantar (se aprobó por aplauso y no se puso a consideración la posición en contrario). Se evitó la votación a mano alzada, que hasta ese momento era la forma natural de decidir que tenía la asamblea. Para muchos fogoneros, si se hubiera votado a mano alzada y por sí o por no, los resultados habrían sido distintos.


Luego del aplauso, rápidamente y antes de que se expresara cualquier disconformidad, se cantó el himno y se impuso un aire de victoria que rápidamente fue canalizado en una caravana que recorrió las calles, festejando el “triunfo” obtenido.


En los corrillos y grupos que animaban el festival, todo esto se analizaba y debatía con fervor. Mañana, lunes, la Comisión de la Torre convoca a una asamblea general para tratar el tema del seguimiento de los acuerdos alcanzados. Los fogoneros también se reúnen por su parte.


Sobre el acuerdo


Para los fogoneros, los desocupados, no hay en este acuerdo mucho más de lo que ya había: planes del tipo Trabajar, por 120 ó 180 días. Ni fondo de reparación histórica, ni obras concretas a corto plazo, ni eximición del pago de luz y gas, ni un porcentaje mayor de las regalías (para el diputado Massei, del Frepaso, la concesión de este reclamo haría “caer al Estado provincial”).


Este reclamo, sin embargo, conlleva un alto grado de justicia además de objetividad: por ejemplo, cualquiera de las petroleras que operan en la zona declara ganancias anuales de varios centenares de millones de dólares. Como se extrae de la provincia (y la zona de Cutral Co y Plaza Huincul aportan una buena parte) más del 40% de la producción nacional de crudo y casi las 2/3 partes de gas, y no se ha volcado a lo largo de décadas la proporción de regalías que corresponden, reclamarlas ahora no deja de ser legítimo. Obviamente, para cumplir con este pedido habría que tocar los intereses de las empresas hidrocarburíferas, algo que no está dispuesto a hacer ni el gobierno, ni la ‘oposición’.


Por ejemplo, el gobierno provincial tiene a mano un decreto recientemente sancionado (el nº 1840), que establece la jornada laboral máxima de 8 horas, que aplicada a la industria hidrocarburífera significaría la apertura de un tercer turno, lo cual implica automáticamente la creación de miles de puestos de trabajo. Obviamente, las petroleras han puesto el grito en el cielo contra este decreto y hoy duerme el sueño de los justos en algún cajón de la burocracia gubernamental. Tampoco se instrumenta un impuesto progresivo a las ganancias capitalistas con el cual bancar un seguro al parado de 500 pesos, para reactivar el comercio y la producción locales. Con una cifra de 24 millones de pesos anuales (YPF declaró ganancias anuales de 800 millones, de los cuales una buena parte sale del esfuerzo de las poblaciones rebeladas) se cubre dicho monto para nada menos que 4.000 desocupados.


Respecto a la cesión por ley de la Legislatura del yacimiento El Mangrullo a los municipios de Cutral Co y Plaza Huincul, el oficialismo (MPN amarillo) va a poner trabas en la sesión del martes, ya que considera que el Estado provincial tendría que tener algún tipo de manejo y no cederlo sin más a los municipios. Es decir, El Mangrullo vuelve a colocarse en el centro de la escena, y recordando que, en relación a su destino, se forjaron las puebladas, puede adelantarse que si el sapagismo insiste en trabar la cesión del mismo, una nueva crisis está en ciernes.


Para los fogoneros no, para las empresas sí


En cambio, las empresas (las que ya están y las que se radiquen en el futuro) que no estuvieron en ningún piquete, que ‘fogonearon’ contra el corte de ruta a través de la Cámara de Comercio y que, como en el caso de las petroleras, hasta prestaron maquinaria a Gendarmería para despejar la ruta, se ven beneficiadas con prebendas impositivas y la mano de obra barata de la contraprestación de los ‘subsidios’ del planTrabajar. En forma más mediata aún, pueden beneficiarse con el diferimiento del IVA (“verdadera solución”, según Sapag) y con un régimen de promoción industrial.


Incluso llegaron a incluir en el acuerdo un reclamo de garantías de ‘paz social’ para ‘invertir’ en la zona, en un claro chantaje contra el movimiento y la pueblada. En otro de los puntos del acuerdo se pone a disposición de ‘emprendimientos productivos’ la suma de 8 millones de pesos, a través de un mecanismo crediticio que ya sirvió para que diversos amigos del gobierno fugaran más de 40 millones de pesos del Fondo de Desarrollo Provincial. Así se va perfilando que el ‘acuerdo’ es una estafa a los fogoneros y a la pueblada.


Toda la frustración de la primera pueblada, que llevó a la segunda, ronda la cabeza de miles de cutralquenses y huinculenses. El corte ha terminado … por ahora.