El 9 de febrero fue designada por Mauricio Macri, como miembro del Directorio del Teatro Colón, la kirchnerista María Inés Urdapilleta, quien fuera elegida legisladora en 2005 en las listas del Frente para la Victoria y que, desde 2007, presidió la Comisión de Cultura de la Legislatura. Uno de sus mayores “logros” al frente de la comisión fue la aprobación del proyecto de Ley de Autarquía presentado por el PRO. Como denunciaron en su momento los trabajadores, ese proyecto no era más que una herramienta jurídica que tenía como fin acelerar el proceso privatista, para convertir el Teatro Colón en una sala de alquiler.

Desde que se encuentra en el teatro como miembro del Directorio, se han dictado dos nuevas resoluciones que expulsaron a 138 trabajadores técnicos del Teatro y que, al día de hoy, se encuentran en disponibilidad (RAD) con el peligro de perder sus empleos si en el plazo de nueve meses no encuentran destino en otra dependencia.

La política del Directorio, además, es marcadamente antisindical, como lo demuestra el hecho de que entre los desplazados se encuentra gran parte del activismo. Por otro lado, ni siquiera se han dignado a recibir a la Junta Interna de ATE, que ya hace más de 20 días que pidió una reunión urgente con el directorio del teatro para presentarle los reclamos de los trabajadores.

Todo esto demuestra que el combate contra la derecha no puede venir de manos de los que cogobiernan la ciudad con ella y que tienen la misma orientación rabiosamente privatista, antiobrera y antisindical.