Los mécanicos de Mercedes Benz no apoyan a Moyano

Debido a la poca concurrencia a River, el Smata incrementó la presión los días previos al 29. A tal punto que hasta la patronal, mediante los supervisores, aconsejaba “participar del acto”. Pero todo fracasó.

En varias asambleas, los compañeros intervinieron criticando la movilización de apoyo a Moyano, sobre todo por su imagen gangsteril y mafiosa. Un compañero intervino diciendo que no pensaba asistir al acto para defender a quien se roba plata de los trabajadores para irse de vacaciones, construirse casas y armarse empresas.

El PO organizó una gran campaña de agitación en la puerta de fábrica a la mañana. Debido al impacto del volante distribuido, el Smata redactó una respuesta explicando los motivos por los cuales “todos estábamos obligados a asistir”: el apoyo al kirchnerismo y a Moyano en la puja por un lugar en las elecciones -en una clara actitud de buscar encubrir las causas judiciales que lo acechan.

Pero, luego de entregar las paritarias con un 7% en abril, después de mirar para otro lado frente al impuesto a las ganancias, por dar una vuelta de rosca más a la flexibilización laboral, permitiendo que la empresa incorpore personal con contratos por un año y cuyos salarios estarán por debajo de los efectivos por realizar las mismas tareas. Por permitir que los trabajadores realicen sus tareas pese a la inseguridad laboral, donde incluso corremos peligro de muerte (la semana pasada cayó un transformador y por algunos centímetros no aplastó al compañero que realizaba tareas allí -segundo accidentes de este tipo). Frente a todo esto, el Smata volvió a mostrar que no está del lado de los trabajadores.

El resultado fue que la abrumadora mayoría de la fábrica no subió a los micros. La gran masa se fue en autos, abarrotados de compañeros para eludir el apriete y otros por temor, subieron a los micros para rajarse rápidamente luego de llegar. En Mercedes, la burocracia va para atrás.