Políticas

23/5/1995|448

“Los muchachos bordonistas”

Los balances electora­les de la casi totalidad de los partidos de izquierda tienen un dato común, la “revalorización” del FREPASO como un canal del movimiento popular y el planteo de un conjun­to de combinaciones polí­ticas destinadas a con­fluir con él.


Para el PC, ‘la idea de la unidad más am­plia contra el modelo neoliberal se muestra como acertada con los resultados (electorales) en la mano”, para lo cual propone “la definición de una construcción electoral permanente de la izquierda, que no niegue alianzas” (Pro­puesta, 18/5). En esta lí­nea argumental, lo que explicaría la victoria menemista en Santiago del Estero no es el bloqueo chacho-bordonista a la movilización obrera y po­pular que dio origen al “santiagueñazo” (vota­ron la intervención a la provincia), sino “modifi­caciones de carácter cultural… (Que) ha(n) instalado la idea de que cuestionar al mo­delo neoliberal está fuera de la órbita del sentido común… y la Psicología del voto útil”. El Pe parece no ha­berse dado cuenta todavía que la Alianza Sur es un Frepaso en pequeño, que ya se había comprometido a votar por Bor­dón en una hipotética segunda vuelta.


Para el PTP “la res­ponsabilidad de Patria y Pueblo y Alianza Sur (es) pugnar por la unidad de esas fuerzas populares que votaron separadas el 14 de mayo”. Para los ex maoístas existiría un vas­to “campo popular” antimenemista en la que en­tra ‘la gran mayoría” de los que votaron a Massaccesi y “sobre todo a Bordón”, y aun quienes votaron a Menem por su “tradición peronista” (Hoy, 17/5). Este llamado a “unir” a los que han votado separados para “acabar con la política menemista”, plantea la disolución de la Alianza del Sur y la alianza con el Frepaso.


El Mst caracteriza por su lado que “(el FREPA­SO) logró canalizar la crisis y la ruptura de sectores de base radi­cal y peronista” y que ‘los cinco millones que votaron al Frepaso muestran que existe un proceso de ruptura y de búsqueda de un cambio político en sec­tores de la base radical y peronista”. Para el Mst, la votación por el FREPASO constituye un “giro a la izquierda” del electorado, que inclu­ye “un vuelco muy im­portante de franjas de trabajadores que eran votantes del peronis­mo”. La falta de referen­cia a la UCR demuestra que el Frepaso tiene una calidad opositora comple­tamente especial. El úni­co interrogante que que­da aquí es porqué el Mst no integró el Frepaso.


Sobre la base de esta caracterización, el Mst traza su política. En la contratapa del mismo ‘Semanario…” en que se publica el balance (17/5) el Mst reivindica la decla­ración de las ocho organi­zaciones de derechos hu­manos sobre el “arrepentimiento” del Ejercito, porque, dice, “pedir la nulidad de las leyes y el indulto es un paso muy importante” (lla­ma a impulsar una cam­paña de firmas para exi­gir su derogación). Pero estos organismos (Fami­liares, Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, APDH) apoyan po­líticamente lo que ha dado en llamarse el “mensaje de reconci­liación” de Balza, un operativo del generalato para retirar las denuncias de los arrepentidos del escenario público y evitar el juicio y castigo a los culpables. Estos mis­mos organismos han lle­gado al extremo de criti­car a Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo por denunciar la maniobra “indultadora” del alto mando. Antes de esto, Luis Zamora ha­bía visto en el documento de Balza “la confesión pública de las torturas y asesinatos” pero para nada la maniobra política que pretende sustraer del conocimiento público a los militares arrepenti­dos y a sus denuncias.


“Redescubrimiento”


Estas caracteriza­ciones de la izquierda con relación al Frepaso sir­ven para poner en claro las razones que impidie­ron la constitución de un frente de izquierda. Para esta izquierda, el frente debía ser un trampolín para el ¿rente con la gran burguesía bordonista; por eso ahora explotan la catástrofe electoral de la izquierda para justificar su pasaje sin disfraces a) centroizquierda


Los derechos de autor de esta política corres­ponden a Nahuel Moreno, que planteó tempranmente encolumnar a la izquierda detrás de los llamados peronistas independientes – Susana Valle, Pablo Unamuno, Villaflor -, los “bordonistas” de entonces y de ahora. De este planteo surgió el Frepu, el frente por la “democracia con justicia social”, e IU, el frente que se proponía “acabar con la explotación” a través de la democracia “sin aditamentos”, como decía Vicente. Todos, precursores del Frepaso.


En el caso particular del Mst, su crisis sin salida obedece a la incapacidad de sus dirigentes para dar el paso decisivo al frente de colaboración de clases, que sistemáticamente estuvieron alertando.