La supuesta ‘compra’ de las empresas del ‘grupo Yabrán’ por un ‘fondo de inversiones’ norteamericano, Exxel Group, se ha constituido en la operación financiera-política del año.

La presunta venta de los activos del ‘maffioso’ ha sido saludada unánimemente como un hecho “positivo” por todos los representantes políticos de la burguesía, Cavallo y el Frepaso incluidos.

La extranjerización de la economía a favor de un fondo especulativo con origen en las islas Caimán, ‘paraíso’ del lavado de ‘narcodólares’ y de todo tipo de dinero ‘negro’ que circula a través de la banca imperialista, es exhibida como una ‘democratización’ de los negocios en el país.

 

Peor que Yabrán

El ascenso del Exxel Group ha sido mucho más meteórico que el de Yabrán. Lo que a éste le llevó casi 20 años, mediante estrechos vínculos con la dictadura, los radicales y el justicialismo, el Exxel Group lo alcanzó en sólo 6, superando en dimensiones y ‘conexiones’ al anterior.

El ‘fondo’ del Exxel tiene su origen en el ‘desgajamiento’ de un cuadro directivo del Citibank, Juan Navarro. Navarro fue ‘estrella’ del Citi bajo el ‘salinismo’ en México. El Citi sirvió como soporte financiero a los cárteles narcotraficantes mexicanos, que desplazaron desde entonces a los colombianos como principales abastecedores de los EE.UU. (The Wall Street Journal, 1/97). Otro directivo del Exxel, menos conocido, es Jorge Vives, presidente de la filial argentina de Phillip Morris, el principal monopolio yanqui del tabaco y otras ‘yerbas’. El Exxel Group no tiene nada que envidiarle a Yabrán en materia de operaciones ‘secretas’ y ‘turbias’, como la que le permitió ‘adquirir’ la empresa de energía de San Luis, ‘entregada’ por los Rodríguez Saa en una privatización arreglada a medida (La Nación, 24/12).

En el curso de los últimos tres años, Exxel Group incursionó en toda una gama de negocios (medicina prepaga, supermercados, etc.). “Pocas empresas tuvieron un crecimiento tan impresionante en tan poco tiempo”(Ambito, 19/12).

Resulta que lo que se temía con Yabrán, una “peligrosa concentración en negocios estratégicos” (El Cronista, 22/12), “después de las últimas movidas y realineamientos empresarios”, ocurrirá ahora con “varios sectores muy sensibles para la seguridad de las fronteras (aeropuertos, identidad, depósitos fiscales y correos) (los que) podrían quedar peligrosamente concentrados en muy pocas manos”. Como “Aerolíneas Argentinas, la compañía nacional de bandera, pasa a ser operada por American Airlines … dos entes privados estadounidenses (Exxel-A.Airlines) podrían acordar una asociación estratégica que privilegie a American-Aerolíneas en horarios, disponibilidad de pista y otras condiciones” (Página 12, 23/12).

Tendríamos así una dominación yanqui directa de áreas estratégicas del país de alcances nunca vistos.

Cavallo y la Alianza han quedado al desnudo como agentes yanquis, algo que fuimos denunciando desde el comienzo del asunto Yabrán. Fueron ‘capaces’ de reclamar una investigación contra el “Diablo”, pero no lo son ahora contra”Dios” (ídem, 20/12). El ex-jefe ‘civil’ de Camps, Jorge Aguado, actual vocero del ‘grupo Macri’, aliado de Exxel en la próxima licitación de los aeropuertos, dijo con “ironía” a Clarín que ahora “descree que la oposición declare nulo el concurso: ‘Quisiera ver un documento oficial de la Alianza donde figure esa amenaza’…” (23/12). ¡Y hasta se burló de Cabezas y de los periodistas, a los que “hay que agradecerles”, dijo, “la posibilidad de entrar en esos negocios” (y a los centroizquierdistas de la Utpba no se les movió ni un pelo)!

Un “colaborador del presidente” declaró a Página 12 (20/12): “Ni Cavallo era un aliado que los Estados Unidos jamás dejarían caer, ni Yabrán un enemigo con el cual jamás negociarían. Bunge era la representación de eso: un lobbista de la embajada que era vocero de Yabrán. Ahora Todman, un ex embajador de los Estados Unidos, aparece como comprador de Yabrán. En estas cosas no hay buenos o malos. Sólo intereses … Acá no importa quién es realmente Yabrán. No les importa a los norteamericanos. No nos debe importar a nosotros. No hay norteamericanos buenos o mafiosos malos. Y si los hay están bastante mezclados. Es un juego de poder y dinero. Lo que importaba es que Yabrán tenía algo que querían los norteamericanos. Ya lo consiguieron. Y él habrá obtenido lo suyo. ¿Para qué nos íbamos a comprar nosotros ese conflicto? Si tampoco se lo compraban los grupos locales que se asociaban a Yabrán en algunas licitaciones”.

 

Lucha de buitres

La entrada del Exxel Group “en la privatización más polémica que registra la Argentina” (Clarín, 20/12), está provocando una lucha de buitres que “llega a la diplomacia del Norte”, informa La Nación, 20/12.

Así, mientras “Manuel Rocha, actual encargado de negocios, la más alta autoridad diplomática de la embajada … avala la propuesta de Itron (Macri) para adjudicarse el estratégico negocio de los DNI y el control de las fronteras”, el Departamento de Estado estaría detrás del consorcio liderado por Siemens, que lleva como proveedor a empresas norteamericanas (ídem).

Si Exxel tiene a Todman como ‘lobbista’, Macri y Yabrán, que van a esa licitación junto a varias empresas norteamericanas, lo tienen al ex-‘virrey’ Cheek, ex-jefe del actual jefe de la embajada. “Uno de los lobbistas más importantes del partido Demócrata fue contactado por Ciccone (Yabrán) y por Itron para que acercara a Cheek. El ex embajador en la Argentina, a quien se le achaca no combatir a Yabrán, asesora a Ciccone desde entonces” (ídem).

El Exxel Group está detrás “de lo que se llama logística, un sector que en Estados Unidos está creciendo a una tasa del 22 por ciento anual” (Página 12, 21/12). Este negocio tiene que ver con la “distribución física” de bienes, incluido el Correo. De ahí que el desembarco de los yanquis de Exxel en los aeropuertos, de la mano de Macri, probablemente anuncie el desplazamiento de Macri del negocio del Correo, o su pasaje a una posición subordinada. La euforia del grupo ‘nacional’ ante la operación Yabrán-Exxel, podría terminar siendo el último estertor de este ex-representante de la burguesía industrial argentina.

 

Operativo político

El paso al ‘costado’ del grupo Yabrán responde también a una necesidad de ‘oxigenación’ política del peronismo luego de la bancarrota electoral.

El negocio Exxel-Yabrán fue realizado en el más absoluto sigilo, pero se hizo público con un empeño sin par. El ex-‘virrey’ Todman, “el más cavallista de los ex-embajadores norteamericanos en la Argentina” (La Nación, 21/12), concurrió junto a Juan Navarro “a la casa del Frente Grande” (La Prensa, 21/12). Exxel montó un operativo de prensa internacional a través de la embajada, el Banco Mundial y el FMI, para que el negocio se hiciera público, primero en el extranjero y después aquí.

Los yanquis fueron moviendo las piezas de tal forma que han logrado que el ‘cavallismo’ se infiltre en el duhaldismo, como lo revela la incorporación del ex-Nº 2 de Cavallo, Sánchez, como presidente del Banco Provincia. Lo mismo ha ocurrido con el rescate del BCP, entregado finalmente a un grupo ‘inversor’ del Vaticano que tenía como principal negociador al ‘cavallista’ Liendo.

De ahí que el fallo de la Corte menemista a favor de la privatización de los aeropuertos por decreto no provocara ninguna queja de los yanquis. Por el contrario, tras la visita de Clinton, en octubre, fueron los propios yanquis quienes fogonearon la intervención de la Corte (La Nación, 20/12).

La política de los yanquis ha puesto en una impasse a la Alianza, porque la ha delatado como una cipaya‘democrática’ de los peores especuladores internacionales.

 

El ‘polígono’

“Los interrogantes de Terragno”, de que “los fondos de inversión se prestan ‘para operaciones triangulares, donde puede haber lavado de dinero, o dinero derivado de corrupción o evasión’ … no (fueron) compartidos por sus colegas del Frepaso” (BAE, 23/12). El propio Terragno “aclaró que no tiene ‘ninguna razón para creer que éste sea el caso del Exxel Group’…” (ídem).

La negativa de los ‘éticos’ frepasistas a una investigación del acuerdo Yabrán-Exxel sorprende, encima, cuando “el ex-empresario postal no admite como propias las compañías que vendió a Exxel, al tiempo que este grupo tampoco reconoce habérselas adquirido a Yabrán” (ídem).

Las versiones que indican que Macri tenía una ‘sociedad’ con Yabrán vienen de larga data. Según los consorcios que les disputan los aeropuertos, la operación Exxel-Yabrán es “una jugada para blanquear” esos negocios (Clarín, 20/12).

Se denuncia que el Exxel entró a último momento en el consorcio con Macri por los aeropuertos, después que Yabrán hiciera gestiones directamente en el Departamento de Estado (La Nación, 20/12). Asi la ‘promocionada’ disputa Oca-Correo por las estampillas con la figura de la Madre Teresa, habría sido un ‘show’. Hace bastante que Oca-Yabrán y el Correo-Macri tendrían un acuerdo: “BAE pudo saber que, en su momento, el consorcio (que ganó el Correo)presentó su propuesta a los operadores del Correo Británico en las oficinas de Oca” (19/12). “La sombra de Yabrán” se extiende ahora a “Macri y a la licitación de los DNI”, dice la revista Tres Puntos (23/12): Alberto Isaac Chinkies, “el hombre de confianza de Alfredo Yabrán trabajó en Ocasa y en Ciccone. Ahora se ocupa de la licitación de los DNI en Itron y en el ministerio del Interior”. El “principal lobbysta ante Corach del grupo encabezado por Itron es el cuñado del presidente, Emir Yoma, a quien se le conocen más gestiones en nombre de Alfredo Yabrán que de Francisco Macri” (ídem).

De ahí que “como ninguno de los tres personajes involucrados —Alfredo Yabrán, Juan Navarro y Francisco Macri— ha sido excesivamente transparente en el pasado, todo el mundo se siente autorizado a desconfiar”: Yabrán “pudo autocomprar sus empresas mediante una offshore”, una operación de triangulación bancaria en un ‘paraíso fiscal’ (Página 12, 23/12).

 

Fuera el narco-imperialismo

¿Puede haber alguna duda, después de todo esto, que se impone la nacionalización, bajo control de los trabajadores, de todas las empresas enajenadas al capital extranjero, para detener el saqueo narco-imperialista?