El martes pasado la CCC decidió ingresar en la municipalidad de Gualeguaychú para apoyar la movilización de la patronal sojera. Hasta aquí, nada de nuevo, porque el PCR está incondicionalmente con los sojeros y con cada una de sus reivindicaciones. Ni siquiera esto mismo es una novedad, porque incluso en Venezuela los maoístas revistan en las filas de la oposición escuálida, en la que también se encuentran los chacareros venezolanos.
Lo novedoso, o más bien curioso, es lo que declaró Alderete a La Nación: "Si gana (el campo), todos (los pobres) tenemos más posibilidades". Es cierto que hablar es gratis, pero de dónde sacó Alderete que una reducción de las retenciones a las exportaciones de alimentos (lo que reclama el capital agrario) va a beneficiar "a los pobres". En principio, esa reducción debería provocar un aumento en los precios de la canasta familiar. ¿O no? Ni siquiera las retenciones han logrado impedir que los precios de los alimentos estén aumentando a una tasa del 30 al 40 por ciento anual. La actitud de Alderete mereció los elogios de "un productor con voz en la Sociedad Rural local", informa satisfecha La Nación (4/6). Ese individuo, que seguramente combatió a los piqueteros y más seguramente todavía reclamó que se eliminaran los planes Trabajar para que los ‘piqueteros fueran a laburar’, no tuvo empacho en decir: "Hay que admitir (uf! lo que le ha costado) que es admirable (!!!) cómo esta gente (el lenguaje no cambia) mantiene la lucha por sus reclamos".

El cronista de La Nación se sorprende de que la CCC se "introduzca en un conflicto que aparece como ajeno a sus intereses". Pero Alderete le sacó las dudas: "un importante número de sus hombres forma parte de la Federación Agraria". Es decir que la CCC apoya el aumento de los precios que reclama la patronal sojera porque ella misma integra las filas de la patronal. Los piqueteros de la CCC son, entonces, furgones de cola de los capitalistas a igual título que los que se encuentran regimentados en la FTV de D’Elía o Patria Libre de Ceballos-Tumini.

Alderete no mencionó para nada la situación de los obreros del campo, sus salarios o su condición de trabajadores en negro. No es la primera vez que la defensa de las Pymes (esta vez las agrarias) es la pantalla para imponer las peores normas contra la clase obrera.

JA