Políticas

12/11/2009|1108

Los trabajadores accidentados siguen sin derechos

Por decreto, el gobierno eliminó el tope a las indemnizaciones por accidentes de trabajo que se mantenía sin cambios desde 2000. Por el mantenimiento de ese tope, durante un período de nueve años en que hubo una inflación del 300%, el 90% de los trabajadores accidentados cobraba indemnizaciones un 80% más bajas que las que le correspondían de acuerdo a la fórmula menemista-cavallista implantada en 1994.

El decreto deroga ese tope, pero mantiene sin cambios la fórmula menemista-cavallista. De esta manera, en verdad, el decreto no aumenta las indemnizaciones sino que elimina el descuento que tenían los trabajadores accidentados o sus familiares por la existencia de un tope, además miserable. Al mismo tiempo, el decreto fija un piso, pero tan bajo que casi no tiene incidencia en las indemnizaciones.

El decreto tuvo el aval de la CGT y CTA, y también de las patronales de Came. En cambio, la UIA, AEA, la Cámara de Comercio y de  la Construcción cuestionaron el decreto no por eliminar el tope sino porque el gobierno no usó ese “anzuelo” para meter la extorsión de la “opción excluyente”: el trabajador que hace juicio no recibe “las prestaciones del sistema”. Eso iría en contra de la Corte Suprema que ya fijó la doctrina del llamado “cúmulo”. El trabajador cobra lo que fija el sistema de ART y puede reclamar la “reparación integral” a través del juicio, como puede hacer cualquier “ciudadano”.

El comunicado patronal admite que el decreto “establece una actualización de los montos indemnizatorios, tal como el sector empresario ha propuesto en reiteradas oportunidades, incluso antes de los citados fallos de la Corte” (Clarín, 10/11), justamente porque  se mantiene la fórmula menemista-cavallista.

En el decreto el gobierno se compromete a impulsar la formación de mutuales empresarias que tendrían exenciones impositivas y otros “beneficios” que podrían desplazar parcial o totalmente a las ART del negocio. Las patronales de comercio y de la construcción estarían interesadas en el negocio y por eso silenciaron en el comunicado toda referencia a este punto. También se facilitaría el armado de mutuales entre patronales y la burocracia sindical. A todo esto se agrega que las ART no podrán incrementar la prima que pagan las patronales por este seguro.

La eliminación del tope no soluciona el problema fundamental de las bajas indemnizaciones. Por eso los abogados ya advierten que los trabajadores deben seguir o iniciar juicios si quieren cobrar indemnizaciones razonables.

Por eso, el PO reclama el aumento del 50% de las indemnizaciones modificando la fórmula cavallo-menemista, la formación de Comités obreros de control sobre la prevención y accidentes laborales y acceso pleno y sin restricciones de los trabajadores y sus familiares a la Justicia.