Políticas

19/3/2009|1075

Los trabajadores de Massuh no bajan la guardia

La patronal de Massuh volvió a postergar el reinicio de la producción a la espera de una decisión del “grupo inversor”, un fondo financiero que es acreedor de la empresa. En este cuadro, los trabajadores de la papelera siguen movilizados por el pago de las quincenas adeudadas y por la puesta en marcha de la fábrica.

Los trabajadores, por medio de su movilización, han obtenido que se pague una parte de sus sueldos. Cumplen sus turnos de trabajo y mantienen firmes sus carpas en la puerta de la empresa. También impulsan un fondo de huelga, organizan festivales y protagonizan un proceso enorme de deliberación sobre el futuro de la planta.

Por estos días, “voceros no oficiales” del gobierno han hecho circular que la “cooperativización” es un hecho porque “Massuh se cae sola”. La cuestión de la formación de una cooperativa mixta (Municipio -obreros) colocaría a Massuh en la misma línea que la inmensa mayoría de las empresas en quiebra recuperadas por sus trabajadores.

El camino recorrido recientemente por la gráfica Indugraf es un ejemplo interesante, pues los trabajadores no se han desentendido de ninguna de las perspectivas que ha abierto su lucha. Reclaman que el Estado aporte a la continuidad laboral con el total de los obreros. Al mismo tiempo iniciaron los trámites de inscripción de una cooperativa. El Estado les ha otorgado un subsidio y en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires consiguieron que se presente un proyecto de ley de expropiación de la planta.

El pulpo Massuh integra el pelotón de empresas importantes que han sido arrastradas por la crisis capitalista. Son necesarios 10 millones de pesos para arrancar la producción y garantizar el pago del 100% de los salarios para todos los obreros, y que el Estado actúe como garante o como comprador directo de la producción. Se puede redireccionar hacia el mercado interno lo que hasta hace un tiempo se vendía al exterior (los propios trabajadores de Massuh tienen un plan de producción para el Estado).

Para defender esta salida, los activistas están impulsando una decidida acción independiente en las calles y un fuerte reclamo a los poderes políticos. Quieren transformar a la movilización de Massuh en una referencia nacional.

Juan Ferro