Los trabajadores frente la crisis política en la Ciudad

La crisis por el manejo del subterráneo entre el gobierno nacional y el de la Ciudad ha adquirido una nueva dimensión con la negativa de Roggio de concurrir a la negociación paritaria con los trabajadores, alegando que no recibe los subsidios ni de un sector ni de otro. Esta impasse ya ha llevado al sindicato a impulsar un plan de paros y amenaza el conjunto de la gestión patronal. De acuerdo con varias versiones, el grupo Roggio habría optado por colocarse del lado del gobierno nacional, con el cual comparte numerosos negocios, especialmente en contratos de obra pública y en la gestión criminal de los ferrocarriles.


A la impasse del convenio colectivo de trabajo se suma la del servicio de seguridad, que el macrismo se rehúsa a cubrir. Por otro lado, Roggio acaba de anunciar que se retira del negocio de la basura de la Ciudad, y que no se presentará a una nueva licitación. Se niega a pagar las indemnizaciones acordadas por Macri con Moyano para los recolectores de basura, por los cambios de firmas de fines de la década del '90: serían más de 180 millones de pesos. En la cola para quedarse con el negocio está Covelia, la empresa vinculada con Moyano, que ya tiene negocios con el gobierno de la Ciudad. Los acuerdos entre Moyano y Macri explicarían el apoyo del burócrata Genta, del sindicato de municipales, a la reelección de Moyano en la CGT.


El kirchnerismo ha hecho saber también que presentará un proyecto de ley para prohibir que la basura de la Ciudad, que no tiene salida dentro del distrito, sea descargada en la provincia de Buenos Aires. Hay quienes opinan que el gobierno nacional estaría preparando una "intervención federal" en la Ciudad.


La disputa entre los dos gobiernos está fuertemente determinada por las necesidades de caja, o sea por la crisis fiscal. Un proyecto de la kirchnerista Diana Conti pretende retirar los depósitos judiciales de la Justicia Federal del Banco Ciudad, para pasarlos al Banco Nación. Se trata de una caja de 6.500 millones de pesos, un tercio de los depósitos totales del Ciudad. El gobierno nacional viene tomando préstamos del Nación a tasas inferiores a la inflación, lo cual equivale a un vaciamiento del banco. Es lo mismo que hace Macri con el Ciudad: los macristas también hicieron su reforma de la Carta del banco para derivar sus ganancias al Tesoro porteño.


El kirchnerismo pretende aprovechar el conflicto salarial de los trabajadores del subte, organizados en la AGTSyP, para acentuar su ofensiva contra el macrismo y forzarlo a que asuma las responsabilidades fiscales que el gobierno nacional quiere sacarse de encima. Los mismos que han ordenado al Ministerio de Trabajo no homologar los aumentos salariales que superen el 18% anual promedio, buscan subordinar la lucha de los trabajadores del subte al objetivo de que Macri retome el traspaso del subte y financie los subsidios a Roggio. A su turno, y en la perspectiva de tener que hacerse cargo de la gestión del subte, el macrismo ha reforzado su propio "ajuste" en la Ciudad, como lo revela el derrumbe de los hospitales porteños.


La lucha de la AGTSyP enfrenta el desafío de independizarse de los intereses de los dos bloques enfrentados -los dos comprometidos con los techos salariales y un tarifazo en el transporte, y también en desconocer el derecho al convenio colectivo, que corresponde a AGTSyP, en beneficio de la burocracia de la UTA. Por medio de la preparación de una huelga indefinida, se trata de defender el derecho a la negociación colectiva y a conquistar el reclamo salarial votado por el sindicato, y rechazar el intento de convertir a los trabajadores en rehenes de una disputa entre gobiernos capitalistas (ambos son socios económicos y políticos del grupo Roggio), al subordinar la lucha salarial de los trabajadores del subte a la política kirchnerista contra Macri.


Es necesario un plan de lucha independiente de todos los trabajadores de la Ciudad.