Políticas

27/2/2019

Lucha contra los despidos: trabajadores ocupan restaurante de un funcionario porteño del PRO

Enfrentan el vaciamiento patronal de un despedidor serial. Se trata de Diego Fernández, secretario de Integración Social y Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Diego Fernández es secretario de Integración Social y Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Los trabajadores de la casa de comida Pikkei, ubicado en el barrio de Recoleta, han decido permanecer en el local y ponerlo a funcionar bajo su propia gestión ante la fuga de sus dueños. Luego de varios meses en los que la patronal había retrasado el pago de los sueldos, los trabajadores pudieron confirmar que en realidad pretendían cerrar el restaurant, sin pagar los haberes adeudados (entre dos y tres meses de sueldo más el medio aguinaldo de fin de año) y menos aún pagar las indemnizaciones correspondientes.


Ante la deserción de los dueños, los trabajadores se organizaron, pusieron a funcionar la casa de comidas y pudieron sostener el servicio y la producción gastronómica, en este caso, sushi. El gremio al que los trabajadores están afiliados está dirigido por el propatronal Luis Barrionuevo, no causa sorpresa, entonces, que el sindicato no haya intervenido en absoluto para lograr un resultado favorable para los trabajadores, que se proponen garantizar los puestos de trabajo de los 25 empleados que se desempeñan en Pikkei y cobrar lo adeudado por la patronal fugitiva. Ante esta situación, el sindicato gastronómico tan sólo hizo llegar mensajes de apoyo estériles.


El proceso de vaciamiento de la empresa tiene larga data. La casa de comidas comenzó como una franquicia de Dashi Sushi bajo la razón social Sushi Premium S.R.L. cuyos socios eran: Raúl Adolfo Fernández De Benedetti, Jorge Alberto Marengo y Diego Hernán Fernández. Diego Fernández es secretario de Integración Social y Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y se caracteriza por ser un ferviente perseguidor de trabajadores. Aparte de impulsar proyectos expulsivos de falsa urbanización en las villas de la Ciudad, fue el impulsor de despidos en la secretaría que dirige. En enero del 2018, despidió a 10 trabajadores organizados en ATE. Este año, avanzó contra trabajadores precarizados de las cuadrillas que realizan tareas de recolección y barrido en el barrio. Todo un ajustador.


En 2017, la empresa cambió de razón social pasando a orbitar bajo la marca Next Fusion S.A. cuyos socios son Claudio Víctor Lupo y Carlos Raúl Quiroga, dos prestanombres que dan cuenta de la planificación del vaciamiento empresarial. El carácter de testaferros de los nuevos “socios” se puede comprobar en el hecho de que Claudio Víctor Lupo forma parte de un sinfín de sociedades que van desde estaciones de servicio, consultoras, empresas de informática y gastronómicas, como la ocupada por sus trabajadores, entre otras. Por otro lado, el prestanombres Lupo le otorgó un poder a Marengo, el antiguo socio de la empresa, para que ejerciera el rol de gerente… ¡cargo que ya ejercía con la razón social anterior! La estafa patronal es completa.


Los trabajadores de Pikkei defienden los puestos de trabajo en medio de una ola de despidos en todos los órdenes y ante la estafa patronal, protagonizada, entre otros, por un funcionario del PRO porteño. Es necesario brindarles todo el apoyo para que su lucha triunfe.