Sindicales

26/5/2011|1178

Córdoba: Lucha en defensa de la salud pública

Los trabajadores del los hospitales provinciales, los médicos y los residentes médicos de Córdoba están en lucha.

Denuncian que la promocionada construcción y ampliación de los hospitales por parte del gobierno de Schiaretti es la máscara de la destrucción de la salud pública.

Hay una deserción de médicos como resultado de salarios que parten de básicos de 3.000 pesos, hay un faltante de más de 500 enfermeras y la ampliación de camas en el Misericordia y en el Córdoba, por ejemplo, no ha sido acompañada con la incorporación de personal, por lo que hay enfermeras que atienden de 25 a 40 pacientes.

Los residentes médicos, que van a los hospitales con el objetivo de especializarse, son usados como mano de obra barata (e incluso regalada), teniendo jornadas de hasta 36 horas -todo esto en complicidad de la gestión kirchnerista de la UNC.

Los trabajadores del Misericordia han ocupado las instalaciones, denunciando la tercerización de servicios, que ha dejado sectores vitales a empresas privadas (traumatología y banco de huesos al sanatorio Allende, diagnóstico por imágenes a Oulton y Di Renzo, por ejemplo). Los fondos del Estado van a ser usados por los grandes capitalistas de la salud, colocando al hospital como un servicio más de las prepagas y relegando a quienes no son clientes de las empresas de salud. Es lo que ya sucede en el Clínicas, dependiente de la UNC.

La lucha está siendo llevada adelante por los activistas de los hospitales, incluso en acciones comunes entre los delegados del SEP (empleados públicos), ATE (minoritario) y UTS (profesionales); pero la política de las direcciones es sabotear esa unidad.

El miércoles 18 había catorce hospitales en conflicto y movilizaciones aisladas de los distintos gremios -incluida una patoteada de la burocracia del SEP a la asamblea unificada del hospital Misericordia.

Vayamos a una gran asamblea general de todos los trabajadores de la salud para imponer el conjunto de las reivindicaciones (salariales, condiciones salariales, etc.) e impedir la destrucción de la salud pública.