A través de un decreto, el gobierno de Macri pretende nombrar gerentes y subgerentes en las comunas barriales, pasando por arriba de sus juntas y consejos consultivos. En la interpelación en la Legislatura porteña, Larreta lo justificó señalando que “las comunas dependen del poder ejecutivo”, o sea que avaló una suerte de golpe institucional o intervención a las mismas. El presupuesto comunal pasaría a ser manejado por estos interventores.

Las comunas fueron largamente resistidas por quienes gobiernan o gobernaron la Ciudad. Macri las puso en marcha por una resolución judicial. Muy pronto, se empeñaron en manipular las reuniones de consejos consultivos con la presencia de punteros, y con la connivencia del kirchnerismo.

La regimentación de las comunas ha progresado de la mano del los pactos políticos entre el PRO y los K en torno de diversos negocios inmobiliarios. (Habilitación de megatorres y megashoppings, entrega de tierras ferroviarias). Estas operaciones de copamiento del suelo exigen anular cualquier deliberación vecinal. El nombramiento de “gerentes” es sólo la frutilla del postre. Por ese motivo, la oposición al golpe macrista debe estar acompañada de un programa de lucha contra los monopolios inmobiliarios y sus punteros: que los consejos consultivos tengan derecho a veto sobre los megaemprendimientos; que los trabajadores de la salud y la educación participen con voz y voto, para llevar a la Comuna la lucha contra el vaciamiento de la escuela y el hospital público; por el control popular de boliches y espacios públicos a manos de comsiones electas en los consejos consultivos. Un plenario de las comunas de la zona Norte, con la presencia de Marcelo Ramal y el legislador Bergel, resolvió un plan de acción contra el atropello macrista. Unamos el reclamo contra el decretazo del PRO a un programa de lucha contra la confiscación de la Ciudad por parte del gran capital.

Raul Espineda Circulo Belgrano